LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

jueves, 4 de febrero de 2016

ESTO SIGUE Y SIN REMEDIO
La revolución eléctrica

Tesla - 10 kW/h - 3.000 dólares - una semana de autonomía en tu hogar.
Cargada con paneles solares

Más de un mes sin hacer aportaciones a este sencillo Blog. Demasiado tiempo, pero las políticas ambientales siguen sometidas en Europa a una insoportable presión. Especialmente patética es su situación en el Reino de España, donde la gestión energética permanece atascada en la Edad Media. El violento freno a las energías renovables sigue accionado, a la espera de un nuevo gobierno del que poco puede esperarse.

Empecemos analizando brevemente algunos acontecimientos recientes, relacionados con la generación de energía eléctrica. El primero ha sucedido en Francia y ha costado la vida a un trabajador.

Bure – Departamento de Meuse (Francia)

El día 26 de enero de 2016, un inesperado deslizamiento de tierras mataba a un trabajador y hería a otro. El hecho sucedía en las instalaciones que la Agencia Nacional de gestión de residuos nucleares (ANDRA) lleva a cabo para construir un depósito subterráneo a 500 metros de profundidad.

Este depósito sería susceptible de recibir los residuos radioactivos de media y alta actividad generados por el parque atómico francés (58 centrales), aliviando el depósito de La Hague (Normandía). En las galerías, excavadas en terreno arcilloso impermeable, se guardarían cilindros con plutonio y otros radionucléidos con una vida activa de 200.000 a 300.000 años y capaces de matar toda forma de vida en décimas de segundo y en cantidades infinitesimales.

Las obras empezaron en el año 2000, con un presupuesto de 13.500 millones de euros. En 2015, el presupuesto subió a 25.000 millones de euros. En la actualidad se espera que alcance los 36.000 millones. Se supone que los residuos allí almacenados deben permanecer en terreno muy estable y no sufrir degradaciones por influencias exteriores durante varias Eras Geológicas.

En consecuencia y tras los primeros depósitos, proyectados para 2020, las galerías deberán mantenerse vigiladas y abiertas durante al menos 100 años, para comprobar la evolución del lugar. Para los siguientes 100 años no hay instrucciones. Para los siguientes 500 años tampoco. En 10.000 años es imposible saber qué pasará en Bure (Meuse). Menos todavía dentro de 100.000 años.

El peligro se encuentra en los posibles movimientos de tierra y la degradación del suelo, a causa de unos residuos que calientan hasta 90º C el entorno durante milenios. Se ignora el efecto de la radioactividad en las arcillas. El 26 de enero, todavía sin plutonio, cesio o americio enterrados, el suelo profundo se movió y empezó a matar.
(Sin comentarios)

Villar de Cañas (Castilla - La Mancha), España

A instancias del Gobierno regional de Castilla – La Mancha, las obras del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares han sido paralizadas. El ATC, situado en la aldea de Villar de Cañas, tenía un presupuesto inicial de 2.000 millones de euros.

La paralización significa que el Reino de España seguirá pagando 65.000 euros diarios a Francia, a cambio de guardar en sus instalaciones de La Hague, los residuos de alta y media actividad generados y almacenados en la central hispano-francesa Vandellós Uno, ahora clausurada y guardada en un cofre de hormigón. Cuando España tenga funcionando dicho ATC, el 4% de esos residuos (media actividad) viajarán desde Francia y le será devuelto el 90% de lo abonado hasta la fecha. Esto quiere decir que, en todo caso, Francia se queda con 6.500 euros diarios.

La fecha del “alquiler” de La Hague ha caducado a finales de 2015 y el ATC sigue sin funcionar. Para prolongar el alquiler, España tiene que pagar a Francia otra fianza de 23,5 millones de euros y seguir abonando los 65.000 euros diarios. El dinero lo paga ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radioactivos), organismo público creado en 1984 por el Parlamento de España. Su Consejo de Administración está formado por funcionarios de la Administración Central del Estado.

Las funciones de ENRESA son pagar a Francia, pagar la construcción del ATC y pagar el mantenimiento de El Cabril (Córdoba), galería minera donde se guardan residuos nucleares de baja y media actividad. Esos costes se financian (subsidian) en la factura de la luz de cada usuario y son la válvula de escape de las empresas privadas eléctricas españolas.

A falta de ATC o similar, los residuos de alta y media actividad generados por las siete centrales nucleares que funcionan en España hoy día, son almacenados en las propias piscinas de cada central. Como ya están a punto de llenarse, se insiste en prolongar la vida de las centrales más obsoletas hasta los 40 años, con el consiguiente riesgo. No tanto para generar electricidad, sino para servir de almacenamiento.

El retraso en el ATC lo pagamos entre quienes utilizamos energía eléctrica, aunque detestemos su procedencia nuclear y optemos por la inocua energía solar.
(Sin comentarios)


Leighton Buzzard (Reino Unido)

En unas semanas se pone en marcha la planta de almacenamiento eléctrico de Leighton, con capacidad para guardar  6MW de energía eléctrica en baterías de Ion-Litio. En marzo, se termina la central de Kilroot (Irlanda del Norte) para almacenar 10 MW de energía en baterías de Ion-Litio. En East Anglia se proyecta una planta de 4MW de capacidad formada por baterías usadas de coches eléctricos.

Los sistemas de almacenamiento de energía eléctrica son el futuro. En naciones que han apostado por las energías renovables, almacenar resuelve el problema de su intermitencia. El National Grid del Reino Unido, equivalente a Red Eléctrica Española, gasta 1.000 millones de libras al año en equilibrar la red británica, encendiendo y/o pagando centrales según la demanda.

El almacenamiento es infinitamente más económico y más inmediato que el sistema actual. El estado de California, consciente de esta realidad, proyecta disponer de 1.200 MW almacenados para 2020. Las grandes plantas de almacenamiento son una minucia si se compara con la efectividad de un almacenamiento disperso.

Miles de hogares equipados con baterías domésticas de Ion-Litio integradas en su circuito y accesibles a una Red Nacional, como las Powerwall (Tesla) o las Maslow británicas, son el futuro del sistema energético de las naciones. Aprovechando las horas de bajo consumo y con el apoyo de una planta solar fotovoltáica en el tejado, las nuevas baterías para hogar guardan entre 2 y 10 kW, suficientes para una semana de autonomía, con un coste de compra en bajada constante (ahora cuestan unos 3.000 euros por unidad)

Los coches eléctricos son otra fuente de energía en momentos puntuales y garantía de seguridad en el suministro para una nación, desde el momento en que su flota aumente. Un coche “todo” eléctrico solo funciona el 90% del tiempo y pasa muchas horas conectado a la red para recargarse. En el Reino Unido se planea contar con 300.000 automóviles eléctricos en 2025, lo que representa una capacidad de almacenamiento de 4MW (cuatro centrales nucleares) siempre conectada a la Red.

Madrid – España

El proyecto de tasar las baterías para el hogar de Ion-Litio, que preparaba el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en 2015, pretende anular todo intento de asegurar el suministro de energía eléctrica a los ciudadanos de forma continuada, independiente, dispersa, segura ante atentados y económica. 

La solución para la ciudadanía de romper definitivamente con las corporaciones eléctricas, y pasar a abastecerse de forma autónoma, gracias a la energía solar y las nuevas baterías, necesita la salida del gobierno de quienes obedecen a las corporaciones eléctricas privadas. Con el paso de los años, dotándose de políticos y administradores decentes y con el abaratamiento de las baterías y los paneles gracias a la fabricación masiva, cientos de miles de hogares españoles dispondrán de una energía eléctrica prácticamente gratuita.

(que lo vean nuestros hijos) 

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