WONDERLAND SUIZA
Chuletas y bienestar animal
Hay cosas que los suizos miran con infinita ternura, ya que
forman parte de su identidad como sociedad: cito, sin orden, sus
bancos, sus relojes o su bandera. Hay otros rasgos suizos destacables, como su aprecio por la limpieza, su obsesión por el estricto
acatamiento de las leyes o su inquietud por el bienestar y el cuidado de los
animales. Este último aspecto forma parte de las políticas ambientales de las
naciones más avanzadas y justifica esta breve entrada en el blog.
El horror del pueblo helvético ante el maltrato animal viene
de antiguo. En su Constitución del año 1893, uno de los artículos prohibía el
daño gratuito y el sacrificio ritual de animales, al considerar ambas actitudes
como prácticas de tiempos remotos impropias de una civilización moderna. El
espíritu de aquélla Constitución prevalece hoy en la llamada LPA (Loi fédérale de Protection des Animaux – 16 diciembre 2005). En este histórico contexto, entre los meses de octubre de 2011 y marzo de 2012, se han
producido dos hechos, aunque aparentemente distantes, dignos de ser relatados.
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El Parlamento Federal Suizo, presidido por la Naturaleza en forma de valle y lago, praderas y bosques, montañas y nubes |
Todos sabemos que Europa se está convirtiendo en una entidad
multicultural e integrada que, según dicen, nos vivifica y enriquece. La
integración no se hace sin tensiones, y a veces un tanto curiosas. Así, en
octubre de 2011 una asociación de emigrantes radicada en Berna (Suiza), lanzó la
idea de cambiar la bandera de la nación, eliminando la cruz blanca sobre fondo
rojo, ya que se asimilaba a un símbolo cristiano que no se correspondía con la
diversidad religiosa helvética. Millones de suizos se sintieron irritados ante la sugerencia.
Meses después, un selecto grupo de líderes religiosos y
políticos propuso a la sociedad suiza un cambio en la normativa sobre bienestar
animal. Pretendían convocar un referéndum que autorizase en Suiza la excepción
europea sobre bienestar animal (Directiva 93/119/CE), en el sentido de consentir
la muerte de determinados animales sin el preceptivo aturdimiento previo, circunstancia que preconizan
el ritual Halal (musulmán) y el ritual Casher (judío). De tal medida se verían
beneficiadas, según los impulsores de la consulta popular, las creencias religiosas de 320.000 musulmanes (4,3% de la
población) y de unos 18.000 judíos (0,25% de la población). Un conjunto de ciudadanos y ciudadanas que, ahora, se veían obligadas
a comprar carne importada y con certificado religioso, ya que en Suiza se
prohibía terminantemente sacrificar animales sin el mencionado aturdimiento.
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En Suiza, todos los animales destinados al consumo de su carne, sin excepción, deben ser sacrificados con aturdimiento previo, para evitar sufrimientos innecesarios |
El gobierno suizo, con la meticulosidad que le caracteriza y
ante la complejidad de la cuestión, hizo dos cosas. Primero,
efectuó una consulta entre los 7,3 millones de ciudadanos suizos, para
sondear el estado de opinión. El resultado fue contundente: los
defensores de la instauración del sacrificio ritual de animales eran una
minoría concentrada en la clase
política (a la caza del voto) y dirigentes religiosos afectados (a la caza del
cliente).
Los detractores, abrumadoramemte mayoritarios, estaban entre
la ciudadanía, los campesinos, veterinarios y consumidores. Además, las posturas en contra eran feroces, radicales y definitivas porque, entre otras cosas, asociaban
esta nueva petición con la pasada sugerencia de reformar su bandera y eliminar la cruz blanca. Todavía les escocía
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Exterior del Instituto Suizo de Derecho Comparado (Lausanne) |
La segunda cosa que hizo el gobierno fue preguntar a los especialistas.
Concretamente al Institut Suisse de Droit
Comparé (ISDC - Instituto Suizo de Derecho Comparado – Universidad de
Lausanne) y a su técnico más indicado, el profesor Sami Awal Aldeeb Abu-Sahlieh.
Tras largo estudio y análisis, el ISDC emitió su dictamen, indicando que no
existía ningún texto fundamental (musulmán o judío) que prohibiera el
aturdimiento previo del animal antes de su sacrificio. La petición de referendum, a juicio
del ISDC, carecía de fundamento religioso constatado.
A la vista de ambos resultados, el proyecto fue anulado por sus propios impulsores, ante el más que previsible fracaso
electoral, ahorrando una pasta gansa en campañas electorales. El aturdimiento
de los animales, antes de su sacrificio en los mataderos europeos y sin excepciones
religiosas de ninguna clase, solamente se práctica en Wonderland Suiza y en la
gélida Noruega.
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