LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

lunes, 18 de junio de 2012


CRISIS ENERGÉTICA
Llega la tempestad


No hay manera de que el cambio climático deje de darnos disgustos. La última novedad viene de China y tiene mala pinta, si es que se puede calificar así. En la Universidad de Leeds (Reino Unido) se han tomado la molestia de leer con detalle las cuentas que China ha ofrecido de sus emisiones de CO2 en el año 2009 (las últimas que tienen). Lo primero que se debe decir, aunque ya lo saben los informados lectores, es la confirmación oficial de que China aventaja a USA en toneladas de CO2 mandadas anualmente a la atmósfera, con un crecimiento sostenido del 7,5% anual.

Como los británicos de Leeds no se fiaban de las cuentas chinas, han cotejado las cifras de emisiones agregadas del país (7.693 Millones de toneladas - Tm), ofrecidas por el Yearbook 2009 del China National Bureau of Statistics (CNB), con las mostradas en el Energy Balance Sheets (China Statistics Press)  y desagregadas en las 30 provincias chinas (9.084 Mt). El desfase entre ambas cantidades es de unos 1,4  gigatones de CO2. ¿Qué significa esta cantidad? Pues que China, en sus cifras oficiales, ha escamoteado una cantidad similar a las emisiones anuales de Japón. La noticia, sospechada desde enero de 2012, estudiada y comprobada entre febrero y mayo, se ha hecho pública “on line” el 10 de junio pasado en Nature Climate Change (*) (www.nature.com).

Sede del CNB (China National Bureau of Statistics) en Pekín

Estas historias no hacen otra cosa que enmarañar las posibilidades de alcanzar cualquier acuerdo sobre el cambio climático a escala global (la única escala que funcionaría). Pero el baile de cifras no es la única razón que enfrenta a las naciones en la gestión del cambio climático. El fracaso de la Cumbre del clima en Durban (Sudáfrica), en diciembre de 2011, tuvo los grandes escollos de siempre. Por si no se han entretenido en evaluarlos, se los voy a explicar brevemente.


Nieblas (smog) en plaza Tiananmen (Pekín), causada por el CO2

Los países emergentes, como China e India, reconocen que ellos aumentan sus emisiones, pero que las necesitan para alcanzar mejores niveles de vida para sus poblaciones. Las naciones desarrolladas no tendrían fuerza moral para acusarles, ya que son USA, Reino Unido y el resto de Europa, quienes fueron llenando la atmósfera de CO2 desde finales del siglo XVIII. Existe, por tanto, una deuda histórica de CO2 acumulado por las naciones desarrolladas desde el inicio de la Era Industrial. También argumentan que lo importante no son las cantidades totales por nación, sino por habitante. Para comprender este matiz es mejor ver dos gráficos:
El primero muestra los países y su población.  La anchura de cada columna indica la población (en miles de millones), mientras que la altura señala las emisiones totales de CO2 en toneladas por habitante y año. 

Responsables en el año 2010 de emisiones de CO2, por habitante y año.
Destacan Estados Unidos, Europa y otros países productores de crudo. China e India figuran
 con bajos niveles de emisiones por habitante y año


Responsables históricos del CO2 acumulado en la atmósfera y población.
Vuelven a aparecer los grandes protagonistas de la Era Industrial (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y otras potencias europeas. A pesar de su gran población, China e India muestran muy baja responsabilidad histórica y su contribución por habitante es pequeña.

A estas razones se añade otra de gran peso. Francia acaba de anunciar que sus emisiones han bajado un 10% desde 1990. Sin embargo, la realidad es que las ha incrementado en un 25%, aunque no precisamente dentro de sus fronteras. Francia, al igual que otros países occidentales, ha venido deslocalizando sus industrias en los últimos 20 años al trasladar las emisiones necesarias para fabricar muchos de los “juguetes” que consume hasta China o India.  Si estos países ven crecer su industria manufacturera y sus emisiones es a causa de las masivas exportaciones, ya que la demanda interna sigue siendo débil.

Ellos queman miles de toneladas de carbón, algo que nos escandaliza,  para fabricar lo que nuestro sistema consumista necesita para ser FELIZ (de paso, se destruye empleo en Europa). En resumidas cuentas, es importante quién emite gases de efecto invernadero, pero lo trascendental es quién consume los productos salidos de esas emisiones y que, para colmo, tienen que cruzar medio planeta gastando combustible para llegar a los consumidores. Somos de un cinismo insuperable.

La industria siderúrgica china alimenta el Taller del Mundo

Al final de este relato breve, se comprende el profundo pesimismo de la Agencia Internacional de la Energía cuando, a comienzos de este año y tras constatar el record de emisiones del año 2011, veía casi cerrada la vía de limitar a 2ºC el aumento de la temperatura media. Ahora, está calculando al cataclismo de un aumento igual o superior a los 6ºC en el año 2100. Como escribía el New York Times tras el fiasco de Durban, “Luchar contra el calentamiento global necesita una refundación completa de la producción de energía, del transporte y de la agricultura”.

(*) Nature Climate Change – The gigatone gap in China`s carbon dioxide inventories.

miércoles, 13 de junio de 2012


COCHAMBRE EN OYAMBRE
El monumento perdido


Mañana, 14 de junio de 2012, se cumplen 83 años del aterrizaje forzoso en Oyambre del avión francés “Oiseau Canari”. El Pájaro Amarillo, como fue rebautizado por los lugareños, fue el primer avión europeo en cruzar el Atlántico sin escalas, entre la playa de Old Orchard (USA) y París, hasta que la falta de combustible le obligó a posarse en la arena de la playa cántabra. Allí permaneció dos días antes de recibir, desde el aeropuerto de Getafe (Madrid), las latas de combustible que le permitieran seguir viaje hasta la capital francesa donde fue recibido en gran triunfo.

Aviones españoles llegados hasta la playa con la gasolina
de aviación que necesitaba el Oiseau Canari. Durante menos de 48 horas, Oyambre
fue un ajetreado aeropuerto donde se codearon los ases de la aviación francesa y española

El 14 de junio de 1929, del vientre dorado del Pájaro Amarillo salieron tres fatigados aviadores franceses, después hacer de una travesía atlántica de 29 horas y 22 minutos. Con ellos viajaba un polizón, el periodista norteamericano Arthur Schreiber. Él fue una de las causas del prematuro aterrizaje (no se contaba con su peso extra), junto con el también inesperado rodeo efectuado por los aviadores para evitar una fea tormenta.

El Pájaro Amarillo se guarda en el Museo del Aire de Le Bourget (Paris)
Es el Bernard 199 GR Nº 2, auténtica maravilla técnica en su tiempo.

Apenas un mes después del aterrizaje, se colocó la primera piedra de un sencillo monumento que se ha venido manteniendo erguido ante las olas para conmemorar la hazaña, técnica y humana. En él puede leerse: Esta es la playa donde aterrizó el primer avión trasatlántico que tocó tierra española. Fue el Pájaro Amarillo, en vuelo directo de Old Orchard (EE.UU.) y tripulado por Assollant, Lefèvre y Lotti el 14 de junio de 1929. La primera piedra de este monumento fue colocada por los heróicos aviadores españoles Capitanes Jiménez e Iglesias el 4 de agosto de 1929.

El monumento fue restaurado en 2009 de forma
urgente, ante el anuncio de celebración de un homenaje
a los aviadores franceses, al cumplirse el 80 aniversario del vuelo

Si la playa de Oyambre es ya notable por su belleza, su abundante fauna, su geología, su compleja dinámica oceanográfica y sus restos fósiles, también es un punto histórico. El problema es que el sencillo monumento al Pájaro Amarillo ya no está. Lleva desaparecido desde hace casi dos años y quienes deberían hacerlo no ofrecen explicaciones sobre la ubicación de sus piedras ni su destino final.

Celebración ante el monumento el día 19 de septiembre de 2009. Su impulsor, el
tristemente desaparecido Sr. Movellán, convocó a veteranos aviadores de Francia y España, al Presidente de Cantabria, alcaldes de la zona, mucho público y a la hija de uno de los tripulantes, Armand Lotti.

Organismos y funcionarios de la administración central, regional y local deben andar poniendo estorbos para que el monolito regrese a su lugar. Uno de ellos, comprensible, es el cambio climático y la amenaza que representa la subida del nivel del mar para la integridad del monumento en años venideros, además del extraordinario retroceso de la costa que se observa en este punto. 

Otro puede ser la consideración del lugar como Parque Natural y los ascos de unos funcionarios a tocar una costa fragilizada para poder resituar el monumento. Posiblemente sean los mismos funcionarios que, simultáneamente, consienten chiringuitos, aparcamientos, campings y campos de golf  sobre la misma arena de la playa y encima de una duna europea (LIC - Lugar de Interés Comunitario - Red Natura 2000).

La base original del monumento ausente, en mayo de 2012. Aparece rodeada por otras piedras que tratan, absurdamente, de poner barreras al Cantábrico. 

Será que las lúdicas actividades practicadas sobre la duna, junto con la hostelería habilitada en su entorno próximo, proporcionan dineros. El monumento, en cambio, no rinde beneficio rápido ni visible. Muchos nos tememos que el monolito tarde en recuperar su espacio, en estos tiempos de recortes y ahogos. Al menos, guardado en un almacén, es posible que quede fuera del alcance de los vándalos que lo destrozaron hace cinco años. De momento, del recuerdo del vuelo queda constancia pública en la colección de fotografías que cuelga de las paredes del restaurante Filipinas, en Comillas. Fue en esta villa, a cuatro kilómetros de Oyambre, donde pasaron un par de noches los aviadores galos, antes de seguir viaje el 16 de junio.  

Una imagen final del monumento en el reciente pasado.
Pintadas perpetradas por un descerebrado, aparecidas en 2007, como muestra de
la solemne estupidez que suele adornar a la especie humana. Como puede observarse, el

monumento ya estaba fuertemente desequilibrado y con varias piedras movidas

martes, 12 de junio de 2012


VACAS  Y  ECOLOGÍA
La larga sombra del ganado
A todos esos animales que mueren sin haber vivido


“Livestock´s long shadow” es el título del estudio que la FAO (Food and Agriculture Organization – ONU)  publicó, en el año 2006, sobre el impacto ambiental de la ganadería sobre el planeta y sus recursos. Han pasado seis años desde entonces y el número de cabezas de ganado en el mundo sigue creciendo a ritmo trepidante. ¿La causa? Además de la demografía explosiva, la población de los BRIC (Brasil, Rusia, India, China) está cansada de tanto fideo y arroz con verduras, dispone de dinero y quiere comer filete varias veces a la semana. Faltaría más.

Si el ganado mundial aumenta, crecen las necesidades de alimentarlo. China no tiene suficiente tierra fértil donde sembrar la soja o el forraje para sus cochiqueras y granjas de pollos. Por eso “alquila” tierras en Argentina y en África donde producir piensos (¡La nueva riqueza de la Pampa argentina!). Brasil dispone de la Amazonia para arrasarla y sembrarla de soja. Entre los miles de millones de ciudadanos de los BRIC se está produciendo un cambio de cultura alimenticia, lo que engendra cambios en los cultivos de medio mundo.

Campos de soja en Amazonia

En Europa, y en España, los nutricionistas advierten que el excesivo consumo de carnes rojas daña a nuestro organismo. Desde hace mucho tiempo sabemos que también afecta al entorno. Si la cría de ovejas, cabras, cerdos y pollos tiene un pase, la cría del bovino (vacas, terneros y bueyes, para entendernos) con la única finalidad de comerse sus chuletas es una irracionalidad económica y ambiental cargada, encima, de subvenciones. 


El ganado vacuno es un intruso en el paisaje europeo. Llegado en tiempos remotos desde Asia, fue adoptado como exótico animal mitológico por la culturas del Mediterráneo y como bestia de trabajo por su potencia y resistencia. A ninguno de nuestros ancestros se le habría ocurrido criar vacas y bueyes con el único propósito de cebarlos y zampárselos. Eran demasiado valiosos.


Pero la vaca hace daño. Criada de forma extensiva, es decir, en campo abierto, compacta los suelos con su peso y sus pezuñas favoreciendo la erosión. Contamina las aguas de escorrentía, derriba árboles para comer sus hojas (una amenaza para las dehesas jóvenes) y sus heces son un mediocre fertilizante natural,si las comparamos con las de ovejas y cabras. La cría intensiva del vacuno, encerrado en establos, contamina las aguas y los acuíferos con sus purines, con los restos de antibióticos, hormonas y con los pesticidas usados en el cultivo del forraje que come (el 37% de los pesticidas se usan en cultivos de forraje para animales). Si vemos la comparación del consumo de agua, resulta ilustrativo el despilfarro de criar vacas.

 Vaca de engorde -   33 litros por animal y día
    Cerdo de engorde -  6,2 litros por animal y día
   Oveja de engorde -  4,4 litros por animal y día
    Pollo de engorde  -   0,7 litros por animal y día
 
Además, como rumiante, el sistema digestivo “entérico” de los rumiantes emite a la atmósfera el 37% de todo el metano de origen “antrópico”. Eso significa que, según los análisis del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático – Naciones Unidas), los rumiantes (ganado bovino y ovino) son responsables de entre el 15% y el 18% del total de los gases de efecto invernadero en el mundo. Sus estiércoles desprenden el 65% del NO (monóxido de nitrógeno) que se encuentra en la atmósfera, contribuyen a la acidificación del suelo e inyectan la mayoría del Fósforo (en forma de fosfatos) presente en los suelos y las aguas.  


Origen de metano (CH4) global generado por la actividad humana en 2000.
Según el gráfico elaborado por la US - EPA (Environmental Protection Agency.
Estados Unidos), el porcentaje de mayor emisión se refiere a fermentación entérica (28%) de rumiantes

Nuestra ridícula civilización es capaz de todo esto y mucho más. Por ejemplo, no le importa necesitar siete kilos de proteínas vegetales para conseguir un kilo de proteína de carne. No le importa destinar el 26% de las tierras emergidas a pastizales para animales. Tampoco se inmuta destinando el 33% de las tierras arables de la Tierra al cultivo de forrajes para obtener carne. Lo importante es el filete, no los miles de millones de personas que se podrían alimentar con las proteínas vegetales brotadas de esas tierras.

domingo, 10 de junio de 2012


WONDERLAND SUIZA
Chuletas y bienestar animal


Hay cosas que los suizos miran con infinita ternura, ya que forman parte de su identidad como sociedad: cito, sin orden, sus bancos, sus relojes o su bandera. Hay otros rasgos suizos destacables, como su aprecio por la limpieza, su obsesión por el estricto acatamiento de las leyes o su inquietud por el bienestar y el cuidado de los animales. Este último aspecto forma parte de las políticas ambientales de las naciones más avanzadas y justifica esta breve entrada en el blog.

El horror del pueblo helvético ante el maltrato animal viene de antiguo. En su Constitución del año 1893, uno de los artículos prohibía el daño gratuito y el sacrificio ritual de animales, al considerar ambas actitudes como prácticas de tiempos remotos impropias de una civilización moderna. El espíritu de aquélla Constitución prevalece hoy en la llamada LPA (Loi fédérale de Protection des Animaux – 16 diciembre 2005). En este histórico contexto, entre los meses de octubre de 2011 y marzo de 2012, se han producido dos hechos, aunque aparentemente distantes, dignos de ser relatados.

El Parlamento Federal Suizo, presidido por la Naturaleza en forma de
valle y lago, praderas y bosques, montañas y nubes

Todos sabemos que Europa se está convirtiendo en una entidad multicultural e integrada que, según dicen, nos vivifica y enriquece. La integración no se hace sin tensiones, y a veces un tanto curiosas. Así, en octubre de 2011 una asociación de emigrantes radicada en Berna (Suiza), lanzó la idea de cambiar la bandera de la nación, eliminando la cruz blanca sobre fondo rojo, ya que se asimilaba a un símbolo cristiano que no se correspondía con la diversidad religiosa helvética. Millones de suizos se sintieron irritados ante la sugerencia.

Meses después, un selecto grupo de líderes religiosos y políticos propuso a la sociedad suiza un cambio en la normativa sobre bienestar animal. Pretendían convocar un referéndum que autorizase en Suiza la excepción europea sobre bienestar animal (Directiva 93/119/CE), en el sentido de consentir la muerte de determinados animales sin el preceptivo aturdimiento previo, circunstancia que preconizan el ritual Halal (musulmán) y el ritual Casher (judío). De tal medida se verían beneficiadas, según los impulsores de la consulta popular, las creencias religiosas de 320.000 musulmanes (4,3% de la población) y de unos 18.000 judíos (0,25% de la población). Un conjunto de ciudadanos y ciudadanas que, ahora, se veían obligadas a comprar carne importada y con certificado religioso, ya que en Suiza se prohibía terminantemente sacrificar animales sin el mencionado aturdimiento.

En Suiza, todos los animales destinados al consumo de su carne,
sin excepción, deben ser sacrificados con aturdimiento previo, para evitar sufrimientos  innecesarios

El gobierno suizo, con la meticulosidad que le caracteriza y ante la complejidad de la cuestión, hizo dos cosas. Primero, efectuó una consulta entre los 7,3 millones de ciudadanos suizos, para sondear el estado de opinión. El resultado fue contundente: los defensores de la instauración del sacrificio ritual de animales eran una minoría concentrada en la clase política (a la caza del voto) y dirigentes religiosos afectados (a la caza del cliente). 

Los detractores, abrumadoramemte mayoritarios, estaban entre la ciudadanía, los campesinos, veterinarios y consumidores. Además, las posturas en contra eran feroces, radicales y definitivas porque, entre otras cosas, asociaban esta nueva petición con la pasada sugerencia de reformar su bandera y eliminar la cruz blanca. Todavía les escocía

Exterior del Instituto Suizo de Derecho Comparado (Lausanne)

La segunda cosa que hizo el gobierno fue preguntar a los especialistas. Concretamente al Institut Suisse de Droit Comparé (ISDC - Instituto Suizo de Derecho Comparado – Universidad de Lausanne) y a su técnico más indicado, el profesor Sami Awal Aldeeb Abu-Sahlieh. Tras largo estudio y análisis, el ISDC emitió su dictamen, indicando que no existía ningún texto fundamental (musulmán o judío) que prohibiera el aturdimiento previo del animal antes de su sacrificio. La petición de referendum, a juicio del ISDC, carecía de fundamento religioso constatado.

A la vista de ambos resultados, el proyecto fue anulado por sus propios impulsores, ante el más que previsible fracaso electoral, ahorrando una pasta gansa en campañas electorales. El aturdimiento de los animales, antes de su sacrificio en los mataderos europeos y sin excepciones religiosas de ninguna clase, solamente se práctica en Wonderland Suiza y en la gélida Noruega.

jueves, 31 de mayo de 2012

ECOLOGÍA Y SOCIEDAD
San Agustín está aquí. URGENTE


San Agustín de Hipona
El pasado mes de marzo de 2012, el senador por Oklahoma de los Estados Unidos de América, Mister James Inhofe, efectuó unas sentidas declaraciones a la emisora de radio Voice of Christian Youth America (La Voz de la joven y cristiana América), durante el programa Crosstalk (Charla cruzada). Hace unos mil seiscientos años, otro prócer, de origen africano y conocido como Agustín de Hipona (San Agustín,  Padre de la Iglesia Latina. Numidia 354 - Roma 430),  señaló como escandalosa blasfemia el sugerir que el hombre pueda alterar, de alguna manera, la Creación divina, ya que la Obra de Dios es perfecta.

El senador republicano, siguiendo la límpida estela científica y teológica de San Agustín, informó a los micrófonos de la emisora que "Dios no permitirá el Cambio Climático", refiriéndose seguramente al Dios reconocido por la confesión Protestante y Evangelista. Además, y de forma tajante, Míster Inhofe aseguró a los radioyentes lo siguiente:


Mister James Inhofe
"God´s still up there. The arrogance of people to think that we, human beings, would be able to change what He is doing in the climate is to me outrageous"
Traducción: "Dios sigue allá arriba. La arrogancia de esa gente que piensa que nosotros, seres humanos, seamos capaces de cambiar lo que Él hace con el clima es escandaloso (ultrajante) para mí"

El senador es el autor de un muy meditado libro que lleva por título "The greatest hoax" (La gran falsedad, o La gran mentira), y por subtítulo esclarecedor "How the Global Warming Conspiracy threatens your future" (Cómo la conspiración del cambio climático amenaza su futuro). 

miércoles, 30 de mayo de 2012

ECOLOGÍA Y SOCIEDAD
Deseos irrefrenables de vomitar


Entre los escombros del sector inmobiliario español, abriéndose paso entre cascotes y pegotes de cemento, el ladrillo asoma la cabeza. No viene para levantar viviendas sociales dignas, ni una escuela o un ambulatorio. Llega para golpear uno de los espacios más bellos y vírgenes de la costa española. En el término municipal de Tarifa (Cádiz) hay mucho espacio donde levantar 350 viviendas y 1.400 plazas hoteleras. Bajando desde El Bujeo se ven extensas áreas donde levantar, tras la playa de Los Lances, miles de chalets. Pero el ladrillo quiere "vistas", "exclusividad", "privilegio". Por eso desea desparramarse sobre la ensenada de Valdevaqueros, entre el asentamiento romano de Baelo Claudia y la playa de Los Lances. Un espacio único e irrepetible.

Valdevaqueros

En estas ultimas semanas, hoy mismo, España y Europa se inclinan, tapándose la nariz, sobre las llagas que el ladrillo ha abierto en nuestra economía. El ladrillo es el Lehman Brothers español y la versión castiza de las hipotecas "ninja" norteamericanas. Es la viva imagen de nuestra enloquecida mafia del pelotazo y la especulación. El ladrillo ha deslumbrado a los políticos más estúpidos, ha reunido a los empresarios más torpes y les ha confabulado con los banqueros más ambiciosos y sin escrúpulos. Con el viento de la especulación soplando en el culo, el ladrillo español de los últimos quince años es un monumento a la vivienda de baja calidad, innecesaria, ineficiente, insostenible y fea.  

Urbanización abandonada cerca de Estepona (Málaga)

El ladrillo ha sido la coartada de un mísero desarrollo de pies de barro, sin ideas y sin innovación. Por culpa del ladrillo, acaparador de fondos y de energías, España ha perdido trenes y se ha quedado en el andén, rodeada de casas vacías, pufos y ruinas. El ladrillo se decía patriota, pero no tenía otro futuro que vender España por parcelas. 

El ladrillo ha destruido nuestra costa y nuestros paisajes, ha compactado y esterilizado suelos, ha consumido ingentes cantidades de energía y creado empleos sin mañana. El ladrillo ha fragmentado nuestros campos, ha justificado absurdas autovías sin coches y justificado aeropuertos sin aviones. 

El ladrillo, a pesar de la penuria de miles de familias españolas incapacitadas para vivir en una hogar digno, ha entrado en borrachera delirante, subiendo sus precios hasta cifras indecorosas e inabordables. El ladrillo ha sido antisocial, ha dañado las estructuras familiares y ha perjudicado a la familia, negando un hogar propio a los jóvenes. No ha sido dirigido (por quien debe hacerlo) hacia el cumplimiento del precepto constitucional que exige viviendas decentes para todos los españoles. 

Urbanización abandonada en Cartagena

Pero lo anterior no es su peor legado. El ladrillo ha corrompido y ensuciado, manchando la poca ética que nos queda. Ha comprado conciencias y mancillado leyes. Ha pisoteado derechos, llegando a promover normas regionales que luego ha tenido que abolir la Unión Europea, sin que ninguno de sus promotores dimitiera de inmediato. El ladrillo ha roído hasta el hueso el pudor, la decencia y la moralidad, mostrando el camino del dinero fácil y rápido en el que han caído miles de personas.

El ladrillo ha socavado los cimientos del Estado de Derecho. En el huracán de la falsa prosperidad, ha construido miles de viviendas ilegales, atascado los juzgados con cientos de denuncias y forzado sentencias de demolición por toda España. El ladrillo, hoy, contamina a ministerios (como el de Fomento), que pretende legalizar construcciones ilegales mediante una maniobra que descorazona y deprime a quienes, como buenos ciudadanos, han cumplido con todos los requisitos y ven premiado al infractor.  

Los desmanes del ladrillo han escandalizado al Parlamento Europeo. Desde la promulgación de aquella maldita Ley del Suelo que hacía urbanizable toda España, los recursos económicos e intelectuales de la nación se diluyeron en las hormigoneras. Hoy, en buena parte gracias al ladrillo, tenemos a la ciencia arrinconada, a la educación empobrecida, a las entidades bancarias arruinadas, a los sacerdotes silenciosos, a los políticos despreciados y al país sin horizonte.

Urbanizacion abandonada en Murcia

Hoy, por Tarifa asoma el ladrillo otra vez. Y regresa con la estupidez de siempre. Esgrimiendo la necesidad de crear empleo en una provincia especialmente golpeada por la crisis, un grupo local de políticos de izquierdas y de derechas, sin más porvenir que la jubilación (la mínima, por favor), ha aprobado un Plan. No un plan para atraer industria verde y de bajo impacto, no un plan cultural que centralice en Tarifa la gigantesca historia del Estrecho. El grupo local ha aprobado un plan urbanístico. 

No es el camino. No se trata de crear empleos temporales de baja cualificación, subido en un andamio, para construir residencias secundarias. Así hacen a la economía de Tarifa cautiva del capricho de sus propietarios (Cariñooo... ¿Vamos este fin de semana a Tarifa?). Del proyecto, lo único justificable es el hotel, aunque los de la zona están medio vacíos casi todo el año. En cualquier caso, ese no el lugar. Valdevaqueros es el atractivo, es la razón del turismo.    

Escuchar al alcalde en televisión es retroceder veinte años atrás, de cuando tantos incapaces defendían al ladrillo como el único motor, el gran camino hacia el desarrollo, el porvenir, el empleo eterno,... la felicidad. Luego, me entero que detrás del Plan hay un arquitecto - promotor de atentados similares y esposo de una popular presentadora de la televisión basura. Esto es lo que hay, les guste o no les guste a los "izquierdistas de salón" que despotrican contra los que ellos llaman "ambientalistas de salón". 

martes, 29 de mayo de 2012


ECOLOGÍA Y SOCIEDAD
Medio ambiente y religión


Solo el título incomoda ¿verdad?... ¿Qué tendrán que ver las religiones con el entorno natural y su conservación? Aparte de que las dos terminan en “ología” ¿hay relación entre ecología y teología? Seamos valientes y entremos al tema sin temor porque las relaciones de las diferentes religiones con la Naturaleza es asunto muy entretenido y que ocupa a los antropólogos, arqueólogos y etnógrafos desde siempre.

Tengo dos justificaciones. La primera es la malsana curiosidad. La segunda, tiene más enjundia. La humanidad se enfrenta al hambre crónica, a la escasez de agua potable y de recursos, a la penuria energética, a la explosión demográfica y (lo peor) a una alteración de los mecanismos que regulan la vida en el planeta y que puede organizar una buena zapatiesta en décadas venideras. Son desafíos tan deprimentes que invitan a dirigir la mirada hacia referentes morales y éticos. Y, según parece, las religiones reclaman esos referentes de manera insistente y exclusiva.

Un recorrido por la historia de las religiones nos enseña que cuanto más primitivas son, más se lían mezclando el mundo físico con el espiritual. Pero ese primitivismo convertía a la especie humana en una pieza más del complejo universo (una fibra más del tejido de la vida). Por su parte, las religiones “modernas” brotadas de los libros (Biblia, Corán) despegan al individuo del entorno y lo elevan a niveles sobrenaturales, que es donde el ser humano encontraría su verdadero destino. Por tanto, la vida terrestre es accesoria, transitoria, molesta: un castigo y un valle de lágrimas. La lógica consecuencia es un distanciamiento de la naturaleza. 

¿Sabemos usar el planeta en el que vivimos? ¿Traía prospecto o manual para usuarios y en varios idiomas? Para las religiones derivadas de la Biblia, el “fabricante” de la Tierra dejó escrito, en el apartado titulado Génesis, un manual de uso y gestión que dice, de forma muy resumida, más o menos así: “Creced y multiplicaos, extenderos sobre la faz de la tierra y dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y las criaturas que se arrastran sobre la tierra”.

¿Alguna advertencia sobre las consecuencias de un mal uso del planeta y sus piezas sueltas? ¿Recomendaciones sobre garantías de duración? No consta. Por si existían dudas acerca de la licencia plenipotenciaria del hombre para explotar la Tierra a su antojo, en el siglo XVIII surgieron tímidas inquietudes sobre la debilidad de ciertos animales ante la presión del hombre. Ni que decir tiene que fueron rápidamente acalladas. Eran las primeras voces conservacionistas, preocupadas porque determinadas especies de peces llegaran a extinguirse.

Uno de los hombres sabios de la Iglesia, San Agustín, explicó que cualquier insinuación sobre el poder del hombre para alterar o destruir la Creación divina, por excesiva explotación, era sospechosa de blasfema. Quien así pensaba, ponía en duda la perfección del acto creador y erigía al ser humano a la altura del mismo Dios. Lo que es absolutamente inaceptable. “Dios proveerá”, es el resumen de un concepto de la Tierra, forzosamente fértil y obligatoriamente suficiente para acogernos a todos.

El estado de la cuestión

Para los estrictos guardianes de la doctrina, la posible intromisión del hombre en la Creación resulta insoportable. No hay cambio climático (salvo el diseñado por Dios y nunca por causa de las actividades humanas), no mengua la biodiversidad (sin permiso de Dios), hay petróleo para siempre (Dios proveerá). De todas formas, si acaso sobreviene una situación catastrófica, no sería fruto de la ambición o la estupidez humanas, sino por voluntad de Dios.

Decir que la especie humana es depredadora y que destruye por simple placer, no desvela ningún secreto. Semos ansín. Si encima dispone de autorización divina para saquear, tenemos ante nosotros el perfecto “Terminator”. En esta coyuntura se entiende que algunos iluminados nos reconozcan como una plaga indeseable. En cualquier caso, la llamada "civilización occidental", cristiana por definición, está imbuida de una idea recurrente: estamos aquí de paso. Lo que se traduce en un  "saca lo que puedas" y los que vengan detrás que arreen.

La pregunta es si esas religiones que nos aúpan por encima de los simples cuadrúpedos (no a todos, evidentemente), servirían para contener nuestra furia destructiva. Indagar si la religión nos podría impulsar a pensar en el porvenir de la humanidad. Hubo un tiempo cercano, cuando la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro - 1992) reflexionó sobre asuntos como el cambio climático, la desertización galopante, la penuria de agua potable o la pérdida de biodiversidad (la sexta extinción masiva), en el que algunos ingenuos se volvieron hacia las religiones en busca de complicidad y ayuda.

No encontraron respuestas. Algunas religiones son intrínsecamente incompatibles con la protección de la naturaleza. Otras están muy ocupadas ampliando áreas de influencia, controlando al personal, haciendo caja o mirándose extasiadas el ombligo.