LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

lunes, 22 de octubre de 2012


CAMBIO CLIMÁTICO
El imposible acuerdo


Un buen amigo, dedicado al complejo mundo de los seguros, me explicaba que las estadísticas, la acumulación de datos en series históricas, son elementos consubstanciales del negocio. Gracias a la estadística se pueden conocer la tipología, evolución, frecuencia y gravedad de los siniestros, calculándose las primas correspondientes a una póliza sin pillarse los dedos. Los datos son imprescindibles para las reaseguradoras, que actúan frente a grandes cataclismos que las empresas convencionales de seguros no pueden atender debidamente.

Munich Re, como potente reaseguradora alemana (1), se dedica a estudiar las catástrofes naturales en el mundo. Lo hace con detalle porque, a veces, tiene que aflojar la cartera ante inundaciones, sequías bíblicas o huracanes. Periódicamente, Munich Re elabora informes y coteja sus datos con Naciones Unidas. El que acaba de publicar hace unos días (17 de octubre de 2012) no tiene ninguna gracia.

Gráfica elaborada por la reaseguradora Munich Re sobre la incidencia de catástrofes naturales  climáticas en Estados Unidos, entre 1980 y 2010. En rojo, fenómenos geológicos (terremotos, volcanes, tsunamis). En verde, tormentas. En azul, inundaciones y movimiento de tierras. En amarillo, siniestros del clima (temperaturas extremas, sequías, incendios forestales)

En América del Norte está aumentando de forma alarmante el número y gravedad de las catástrofes climáticas, como olas de calor, sequías, huracanes, lluvias torrenciales, heladas y nevadas. Ya se sabe que América del Norte es un sub-continente de clima especialmente violento, pero lo que está pasando en los 30 últimos años se pasa de la raya. Según Munich Re, desde 1980, los siniestros de origen climático en Estados Unidos se han multiplicado por cinco. Casi el doble que en el resto de los continentes.

Las compañías aseguradoras no se dedican a hacer política y no se meten en elucubraciones. Sencillamente, toman nota de datos reales. Es lo que también hace el National Climatic Data Center , dependiente de la NOAA (National Oceanic and Atmosferic Administration – USA). De acuerdo con sus observaciones, el pasado mes de septiembre ha sido 0,67º C más cálido que la media de todos los septiembres del siglo XX, solamente igualado en record por el septiembre de 2005. Así se comprende la fuerte sequía norteamericana.

En Estados Unidos, el esperado dato de la NOAA ha encontrado respuesta en los sectores clima-escépticos, que aducen la creciente actividad solar. Efectivamente, el sol está aumentando el número y potencia de sus tormentas y se espera un pico en 2013 – 2014. Pero, en cualquier caso, ese clímax de actividad sería inferior al observado en el año 2000. La excusa se queda corta y no resuelve el problema: el verano 2012 ha sido el más cálido de la historia de los Estados Unidos desde que existen registros.

Los registros de datos climáticos atesorados por
la NCDC, son una herramienta para estudiar la evolución del clima

Quienes también siguen sin resolver nada son los países reunidos en Doha (Qatar) en la Conferencia sobre el clima de Naciones Unidas. Desde el 26 de septiembre hasta el 7 de diciembre, darán vueltas a su impotencia y se quedarán absortos mirándose las uñas enfrentados a tres bloqueos de tamaño considerable.
-      Bloqueo 1: los países desarrollados no quieren comprometerse con objetivos concretos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Así de claro.
-     Bloqueo 2: los países emergentes se plantan en el pasado y aducen que ellos no han contribuido, históricamente, a la actual concentración de gases de efecto invernadero. Que no les vengan ahora con historias.
-    Bloqueo 3: nadie se moja para desembolsar los 100.000 millones de dólares de los Fondos Verdes. Esos Fondos que llegarían hasta 2020 y servirían para ayudar a los países en desarrollo a limitar sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. Que le pregunten a un campesino del Sahel si le gustaría un Sahara más lluvioso por culpa del cambio clmático. Seguro que le abraza y llora de felicidad sobre su hombro.


El audaz edificio de Doha que acoge la Conferencia del clima estos días

En consecuencia, la conferencia se encuentra sumida en coma profundo y resignada a esperar el nuevo informe científico que emita el Panel Intergubernamental (IPCC) en 2014 – 2015. Una vez en sus manos, lo mirarán con lupa y se sentarán a esperar a 2020 y buscar algo capaz de reemplazar al Protocolo de Kioto. ¿Y entre tanto? ¿Qué hacer en los próximos ocho años?

Solamente queda la acción civil. La movilización de la sociedad para reformar o sustituir un modelo socioeconómico con los días contados e inmovilizado por intereses espúreos. Sin embargo, serán las reiteradas y crecientes catástrofes las que forzarán el cambio, aunque solo sea para dejar de perder dinero con tanta inundación, tanta sequía y tanta indemnización. Las vidas parecen importar menos.

(1) Munich Reinsurance Co. Munchener Rückversicherungs Gesselschaft

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