CAMBIO CLIMÁTICO
El imposible acuerdo
Un buen amigo, dedicado al
complejo mundo de los seguros, me explicaba que las estadísticas, la acumulación
de datos en series históricas, son elementos consubstanciales del negocio.
Gracias a la estadística se pueden conocer la tipología, evolución, frecuencia y
gravedad de los siniestros, calculándose las primas correspondientes a una
póliza sin pillarse los dedos. Los datos son imprescindibles para las
reaseguradoras, que actúan frente a grandes cataclismos que las empresas convencionales
de seguros no pueden atender debidamente.
Munich Re, como potente
reaseguradora alemana (1), se dedica a estudiar las catástrofes naturales en el
mundo. Lo hace con detalle porque, a veces, tiene que aflojar la cartera ante
inundaciones, sequías bíblicas o huracanes. Periódicamente, Munich Re elabora
informes y coteja sus datos con Naciones Unidas. El que acaba de publicar hace
unos días (17 de octubre de 2012) no tiene ninguna gracia.
En América del Norte
está aumentando de forma alarmante el número y gravedad de las catástrofes
climáticas, como olas de calor, sequías, huracanes, lluvias torrenciales,
heladas y nevadas. Ya se sabe que América del Norte es un sub-continente de
clima especialmente violento, pero lo que está pasando en los 30 últimos años
se pasa de la raya. Según Munich Re, desde 1980, los siniestros de origen
climático en Estados Unidos se han multiplicado por cinco. Casi el doble que en
el resto de los continentes.
Las compañías aseguradoras no se
dedican a hacer política y no se meten en elucubraciones. Sencillamente, toman
nota de datos reales. Es lo que también hace el National Climatic Data Center , dependiente de la NOAA (National Oceanic and Atmosferic
Administration – USA). De acuerdo con sus observaciones, el pasado mes de
septiembre ha sido 0,67º C más cálido que la media de todos los septiembres del
siglo XX, solamente igualado en record por el septiembre de 2005. Así se comprende
la fuerte sequía norteamericana.
En Estados Unidos, el esperado
dato de la NOAA ha encontrado respuesta en los sectores clima-escépticos, que
aducen la creciente actividad solar. Efectivamente, el sol está aumentando el
número y potencia de sus tormentas y se espera un pico en 2013 – 2014. Pero, en
cualquier caso, ese clímax de actividad sería inferior al observado en el año
2000. La excusa se queda corta y no resuelve el problema: el verano 2012 ha
sido el más cálido de la historia de los Estados Unidos desde que existen
registros.
Los registros de datos climáticos atesorados por la NCDC, son una herramienta para estudiar la evolución del clima |
Quienes también siguen sin
resolver nada son los países reunidos en Doha (Qatar) en la Conferencia sobre
el clima de Naciones Unidas. Desde el 26 de septiembre hasta el 7 de diciembre,
darán vueltas a su impotencia y se quedarán absortos mirándose las uñas enfrentados a tres bloqueos de tamaño considerable.
- Bloqueo 1: los países desarrollados no quieren
comprometerse con objetivos concretos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Así de claro.
- Bloqueo 2: los países emergentes se plantan en
el pasado y aducen que ellos no han contribuido, históricamente, a la actual
concentración de gases de efecto invernadero. Que no les vengan ahora con historias.
- Bloqueo 3: nadie se moja para desembolsar los
100.000 millones de dólares de los Fondos Verdes. Esos Fondos que llegarían
hasta 2020 y servirían para ayudar a los países en desarrollo a limitar sus
emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. Que le pregunten a un campesino del Sahel si le gustaría un Sahara más lluvioso por culpa del cambio clmático. Seguro que le abraza y llora de felicidad sobre su hombro.
El audaz edificio de Doha que acoge la Conferencia del clima estos días |
En consecuencia, la conferencia se
encuentra sumida en coma profundo y resignada a esperar el nuevo informe
científico que emita el Panel Intergubernamental (IPCC) en 2014 – 2015. Una vez en sus manos, lo mirarán con lupa y se sentarán a esperar a 2020 y buscar algo
capaz de reemplazar al Protocolo de Kioto. ¿Y entre tanto? ¿Qué hacer en los
próximos ocho años?
Solamente queda la acción civil.
La movilización de la sociedad para reformar o sustituir un modelo
socioeconómico con los días contados e inmovilizado por intereses espúreos. Sin
embargo, serán las reiteradas y crecientes catástrofes las que forzarán el
cambio, aunque solo sea para dejar de perder dinero con tanta inundación, tanta sequía y tanta indemnización. Las vidas parecen
importar menos.
(1) Munich Reinsurance Co. Munchener
Rückversicherungs Gesselschaft
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