BAILANDO CON IDIOTAS
Sobreviviendo entre saqueadores
Como si en Madrid no hubiera
suficientes descerebrados (en ambientes futbolísticos les llaman Ultras –
Hooligans), el sábado 29 de noviembre de 2014 la ciudad de La Coruña tuvo la amabilidad de
enviar dos autocares completos en dirección a la capital del Reino. El grupo viajó
toda la noche y fue directamente depositado en un punto de encuentro
previamente concertado, próximo a un estadio de fútbol que se levanta a orillas
del arroyo Manzanares. Como estaba previsto, cuando los recién llegados descendieron
de sus autocares fueron recibidos por los cretinos locales. El resultado fue una
persona asesinada mediante linchamiento y una docena de heridos.
Esta mañana, lunes 1 de
diciembre de 2014, se encuentran reunidos los responsables de la seguridad en
Madrid para determinar qué han hecho mal. No es una labor
titánica y agotadora, ya que cada uno de los estadios de fútbol dispersos por
la geografía nacional se enfrenta a problemas de seguridad tan sólo unas pocas
horas cada quince días. Pero las deficiencias del sistema se entienden
inmediatamente al comprobar que son los gobernantes y los empresarios futboleros
(generalmente procedentes del inteligente sector de la construcción y de la
promoción inmobiliaria) los encargados de gestionar la mencionada seguridad.
Controlar a los
violentos estúpidos no es complicado. Como el Reino de España acostumbra ir a remolque de países más espabilados no hace falta pensar: basta con copiar. Otra nación europea, muy bien dotada en borrachos
y salvajes futboleros como es el Reino Unido, ha solucionado el asunto con mano
firme desde hace años. Aquí resulta más complicado, a causa de la incompetencia de
los responsables.
Incompetencia y dejadez, porque los violentos de este fin de semana simpatizan con los dos equipos de fútbol que más deuda acumulan, desde hace años, con la hacienda pública (es decir, con los ciudadanos españoles). Efectivamente, el Atlético de Madrid debe 120 millones de euros y el Deportivo de La Coruña, 90 millones. La tibieza fiscal de los poderes públicos con estas empresas privadas contrasta con la firmeza que reciben los ciudadanos asalariados a la hora de pagar sus míseros impuestos. Bastaría con apretar las clavijas a directivos reticentes para que gran parte de la violencia desapareciera del fútbol.
Grupos violentos, protegidos y mimados las empresas futboleras; deuda descarada con la Hacienda pública y con la Seguridad Social; tratos urbanísticos de favor; salarios vergonzosos para analfabetos multimillonarios que corretean en calzoncillos detrás de una pelota; interesante número de directivos encarcelados por corrupción; jugadores defraudadores del fisco; ... En ese poco aseadoescenario se desarrollan las relaciones gobernantes-empresarios del balompié español
Incompetencia y dejadez, porque los violentos de este fin de semana simpatizan con los dos equipos de fútbol que más deuda acumulan, desde hace años, con la hacienda pública (es decir, con los ciudadanos españoles). Efectivamente, el Atlético de Madrid debe 120 millones de euros y el Deportivo de La Coruña, 90 millones. La tibieza fiscal de los poderes públicos con estas empresas privadas contrasta con la firmeza que reciben los ciudadanos asalariados a la hora de pagar sus míseros impuestos. Bastaría con apretar las clavijas a directivos reticentes para que gran parte de la violencia desapareciera del fútbol.
Grupos violentos, protegidos y mimados las empresas futboleras; deuda descarada con la Hacienda pública y con la Seguridad Social; tratos urbanísticos de favor; salarios vergonzosos para analfabetos multimillonarios que corretean en calzoncillos detrás de una pelota; interesante número de directivos encarcelados por corrupción; jugadores defraudadores del fisco; ... En ese poco aseadoescenario se desarrollan las relaciones gobernantes-empresarios del balompié español
Sin embargo, sería injusto
generalizar la sospecha de incapacidad a toda actuación emprendida conjuntamente
por gobernantes y empresarios. En numerosas ocasiones la compenetración es
perfecta y alcanza logros notables. Aunque, es obligado señalarlo, ese milagro suele acontecer cuando
hay millones de euros en juego. Les pongo ejemplos de gran eficacia.
Petróleo Público Privado (PPP-1)
Esta mañana se observa en el
Reino una prudente bajada del precio del litro de gasóleo de automoción (Gasóleo
A), hasta situarse hoy lunes en una media nacional de 1,22 euros. Un ridículo descenso, si se
compara con el precio del mismo producto en Francia hoy mismo, situado entre
1,15 y 1,17 euros. Al tiempo, tras la decisión de la OPEP de mantener su actual
producción de crudo, los precios del barril de referencia WTI (West Texas Intermediate), para entrega
en enero de 2015, se sitúan en 66,15 $. La tendencia es que, con altibajos, siga bajando los próximos meses.
Estamos ante precios mundiales
del petróleo similares a los registrados en el otoño de 2009 (67,43 $ por barril) y cuando el precio medio
anual en el Reino de España del litro de Gasóleo “A” estaba en 0,45 euros ¿No
se lo creen? Pues tiren de hemeroteca. Teniendo en cuenta que el precio del
barril de petróleo conforma el 44% del precio del litro de Gasóleo “A”, la actual
situación debería reflejarse en un precio por litro en el entorno de los 0,90
euros (sería de locos pensar que a igual precio de barril, igual precio del
carburante porque ya se han encargado nuestros gobernantes, refinadores y
distribuidores de cargar con más impuestos y costes los carburantes). Estamos,
en consecuencia, ante uno de esos arcanos de “los mercados”, tan inextricables
e inaprensibles.
Sobre todo, estamos ante
beneficios extraordinarios de hasta 30 céntimos de euro por cada litro vendido
a partir de la brutal caída de los precios del petróleo. Como en el Reino de
España se venden mensualmente entre 2 y 2,5 millones de toneladas de gasolinas y gasóleos de
automoción, los 30 céntimos de diferencia por litro representan entre 600 y 750
millones de euros de ingresos mensuales suplementarios para el tinglado Estado
– Petroleros. Pueden rehacer los cálculos los lectores más apasionados.
En pleno proceso de recesión y
deflación de la zona euro, mantener los precios de venta al público de los
derivados del petróleo en los actuales niveles solamente obedece a una razón:
la maquinaria del Estado y el lobby petrolero necesitan más dinero, mucho más
dinero. Dinero del ciudadano para ser entregado a las corporaciones financieras
y saldar supuestas deudas contraídas con entidades bancarias privadas dirigidas
por mafiosos. Dinero para alimentar el improductivo negocio financiero (el
Casino) del fundamentalismo neoliberal. Dinero del consumidor para mantener el
monopolio energético en las manos de siempre.
Las petroleras necesitan mucho
dinero, ingentes cantidades, para mantener sus grandes aventuras extremas en
aguas ultraprofundas de Brasil, Angola o Australia, en la jungla prístina de
Amazonia, en el lodazal alquitranado del Orinoco o en las aguas cristalinas de
Canarias. El petróleo convencional
se acaba y los petroleros tienen que seguir explorando nuevos yacimientos para
afrontar el futuro cercano y no perder su gran negocio. Pero sabemos que nunca lograrán encontrar otra Arabia Saudita. Estamos en un futuro
sin salida porque el petróleo finalmente se acabará.
La oscuridad y la maraña que imperan en el mercado de los carburantes en España solo es comparable a la turbidez del mercado eléctrico y sus tarifas. En ambos casos, la alianza de "los mercados" y las corporaciones energéticas con los poderes públicos tradicionales es completa y sin fisuras. En esa alianza está la raíz del Cambio Climático que nos lleva al desastre.
La oscuridad y la maraña que imperan en el mercado de los carburantes en España solo es comparable a la turbidez del mercado eléctrico y sus tarifas. En ambos casos, la alianza de "los mercados" y las corporaciones energéticas con los poderes públicos tradicionales es completa y sin fisuras. En esa alianza está la raíz del Cambio Climático que nos lleva al desastre.
Peor aún, la guerra sin cuartel que Arabia Saudita ha emprendido contra el
petróleo de esquistos norteamericano y canadiense traerá muchas miserias y muy poco
progreso. Las víctimas serán innumerables:
ciudadanos europeos que no escaparán de la penuria energética; ciudadanos rusos
que se empobrecerán más porque los ingresos del petróleo ruso caen en picado y,
no lo olvidemos, son los que financian la mitad del presupuesto de la
Federación Rusa. Ciudadanos de Venezuela, Irán, Ecuador, México, Indonesia, Argelia o
Nigeria con sus programas sociales desmoronándose porque sus presupuestos
dependen en un 90% de los ingresos petroleros,... Los "mercados" nos regalan otra tempestad económica ante la pasividad de los gobernantes (No digo "políticos", porque ya no existe la Política)
Plan Privado Público Juncker. (PPP-2)
En Europa, el flamante representante
luxemburgués del empresariado, Monsieur Jean Claude Juncker, nos anuncia un
estrafalario programa de “inversiones”
para el crecimiento. Ofrece 315 mil millones de euros para proyectos que relanzarán la economía. Pero es solo un espejismo. En realidad,
la Unión Europea únicamente pondrá sobre la mesa 5 mil millones sacados de la caja fuerte
del BEI (Banco Europeo de Inversiones).
Con esos 5 mil millones, la
Comisión creará un ente llamado Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE)
que recibirá, además, otros 16 mil millones extraídos (desviados, "reciclados") de los ya aprobados presupuestos europeos
2014 – 2020 (Fondos pignorados a los ciudadanos de los Estados miembros y quizá a sus programas sociales). En total 21 mil millones destinados a financiar proyectos de
infraestructuras “pesadas”, como son las redes de energía trasnacionales o las redes de
transporte.
Pero falta dinero para llegar a los 315 mil millones falsamente anunciados. El novísimo FEIE
actuará como un Banco, que siempre es más resultón y se puede colocar en él a los
colegas. Siendo un Banco, el FEIE podrá prestar hasta tres veces lo que tiene en caja.
Quiere decir que podría disponer de 63 mil millones, aunque solamente un tercio
de esa cantidad sea real. ¿Quién pondrá los 42 mil millones para prestar?
Seguramente la apreciada banca privada que tiene que sacar tajada del tinglado. Lo que se pretende es que, gracias a esta presencia de dinero supuestamente
público, los inversores privados acudan al señuelo. Es el llamado
“apalancamiento” y la “seducción” de los mercados, incapaces por sí solos de
hacer crecer la economía real y productiva porque su mundo es la especulación.
Los proyectos a financiar
deberán tener tres virtudes: crear empleo, ejecutarse deprisa y que supongan
una cooperación entre Estados miembros. ¿Vuelven las carreteras y autopistas?
Posiblemente, aunque al ser de capital mayoritariamente privado serán de peaje. ¿Se tenderán
cables eléctricos entre España y Francia? Seguramente, porque los Presidentes
Monsieur Holanda y Señor Rajoy se reúnen en Paris para hablar de ello. Muy
emocionante.
Pero todavía no hemos
terminado porque solamente hemos reunido 63 mil millones. Los inversores seleccionados por el FEIE y sus grandes proyectos tendrán
que aportar cinco veces más del importe del presupuesto de sus proyectos. Por tanto, si se
cumplen los pronósticos de los muchachos de Monsieur Jean Claude Juncker se
llegará a los proclamados 315 mil millones (63 x 5 = 315). Esta majadería se
llama “Ingeniería financiera”. Chapuzas en las que destacan el luxemburgués y
sus asesores, protagonistas de las escondidas maniobras fiscales de
300 corporaciones multinacionales (LuxLeaks).
Más de lo de siempre. Como
sucedió con la anterior estupidez financiera de los neoliberales llamada
Partenariado Público Privado (PPP). Un sistema, similar al que pretende el FEIE, que encareció los servicios
públicos, con ruina posterior y como paso previo a la privatización. Fueron un
foco de corrupción y una bomba de relojería que explotó años después y hubo de
ser “salvada” con más dinero público (hospitales valencianos privatizados y en
quiebra, autopistas de peaje privatizadas y en quiebra, gestores privados de
agua potable que piden dinero para renovar las redes que ellos no quisieron renovar,…).
Mientras que un puñado de
descerebrados se dan citan en Madrid para
romperse mutuamente las piernas y clavarse cuchillos, los fundamentalistas
del mercado se inventan sistemas que no sacarán de la pobreza a la mayoría. España va bien, como diría nuestro inolvidable Josemari. El
objetivo es saquear lo más rápidamente posible, aunque estén empujando a la
humanidad hacia un callejón sin salida y se confabulen para destruir el
planeta.
En efecto, la Comisión Europea,
dominada por los lobbies y los mercados, se plantea seriamente reformar las dos grandes
Directivas que protegen nuestro medio ambiente: la Directiva de Aves y la
Directiva de Hábitats. Con la reforma se buscaría retorcer las
regulaciones que protegen los territorios y con suavizar las normas con las que se intenta evitar que
las mierdas excretadas por las empresas y por el actual sistema energético nos
envenenen.
No obstante, la verdadera
angustia sigue estando en la pasividad ante la aceleración del cambio climático
y sus consecuencias. Lo más que alcanzan los gobernantes es anunciar “medidas correctoras” y proclamar que hay que “Adaptarse” al
cambio del clima. Que se lo expliquen a los muertos por inundaciones en el sur
de Francia y a los damnificados por el huracán que azotó Canarias el pasado fin
de semana. Es estremecedor comprobar que la batalla del clima se da por perdida
y que no intenten detener las emisiones para no molestar a los poderosos.
La gran excusa para evitar
actuaciones contundentes contra las emisiones es que el sistema energético no se puede cambiar de un día para otro, ya que traería la posible ruina a cientos de
millones de personas. Sin embargo, ese “estable” sistema energético que tanto
les preocupa está brutalmente desestabilizado a causa de sus guerras petroleras
comerciales, trayendo la cierta y segura ruina a cientos de millones de
personas. Son unos impresentables. Cada día que pasa se hace más urgente
cambiar de gobernantes.