Consumo responsable
La prueba documentada, verificada y demostrada de que los recursos naturales son finitos está en el mar. Las capturas mundiales de productos marinos empezaron a crecer en 1950 y se estabilizaron hacia 1995, cuando se llegó a los 90 millones de toneladas anuales. Ahí siguen desde entonces, un año tras otro y sin remedio. (Informes SOFIA de la FAO)
Por más que se explore hasta el último rincón de los océanos. Por más que las flotas aumenten en número de buques, potencia, tecnología y eficiencia, la cifra ha seguido inmutable: 90 millones. El océano ha mostrado sus limitaciones. En 2012 no estamos en disposición de aumentar las capturas, sino en hacer lo posible para que no desciendan y nos quedemos (comercialmente) sin peces hacia 2050. Una posibilidad contemplada por algunos biólogos marinos.
Nosotros, como consumidores, podemos hacer mucho por los océanos cambiando nuestras prácticas frente a los mercados que nos imponen una docena de especies y que han llevado al 70% de los caladeros mundiales (80% en las aguas europeas) a situación límite. He aquí unos consejos de consumo responsable, a la luz de los últimos datos de la FAO.
Renunciar a comer atún rojo en cualquiera de sus formas es hacer un favor a uno de los peces más amenazados del mundo y a la sostenibilidad de la pesca |
Especies en peligro que no deben consumirse
Atún rojo procedente de cualquier mar y océano. Está en peligro y la moda de comer pescado crudo los está aniquilando. Su comercio internacional está controlado, al 70%, por la multinacional Mitsubishi.
Bacalao, comercialmente agotado en aguas de Groenlandia y Canadá. Se puede consumir el de Islandia pero con gran moderación. Los bacalaos que hoy se capturan son una caricatura de la especie. Como media, en el año 1900 los bacalaos median un metro y pesaban 12 kg. En 1950 medían 80 cm y pesaban 6,5 kg. En 2011 medían 50 cm y pesaban 1,6 kg.
Anguila, en todas sus presentaciones. Es una especie arruinada en España y en Europa por la contaminación de los ríos, las capturas de sus alevines (angulas) y los obstáculos que ponemos en los cauces que dificultan su reproducción.
Peces de profundidad, atrapados por arrastreros que, en ocasiones, arrasan los arrecifes de coral de profundidad. Especialmente, rechazar el Alfonsino (también conocido como Pez rey, besugo americano o palometa roja) y también el Pez reloj o Perca anaranjado.
El pez reloj. Las especies de profundidad alcanzan edades muy avanzadas crecen muy lentamente y se reproducen con dificultad. Son pesquerías extremadamente frágiles |
El Alfonsino o Pez Rey se ha puesto de moda y se ofrece en restaurantes. Su pesquería se asocia a la destrucción de los arrecifes de coral de grandes profundidades. |
Especies a evitar en la medida de lo posible
Salmón salvaje del Atlántico, pez espada (son pequeños, están sobrexplotados y contienen demasiado mercurio), gambas tropicales y jurel (está bajando deprisa su población atlántica). Evitar consumir sargo (jargo). ¿Por qué?
El sargo es un pez de roca costero. Las poblaciones están muy castigadas al ser ofrecido por los restaurantes en el lugar que antes ocupaban la dorada y el besugo salvajes. El hábitat del sargo, cuevas submarinas costeras, está siendo ocupado por el pez ballesta tropical. Una vez que los nichos y hábitats del sargo son invadidos por los ballesta, una especie particularmente agresiva, la recuperación de las poblaciones de sargo puede ser muy difícil.
El sargo es un pez de roca costero. Las poblaciones están muy castigadas al ser ofrecido por los restaurantes en el lugar que antes ocupaban la dorada y el besugo salvajes. El hábitat del sargo, cuevas submarinas costeras, está siendo ocupado por el pez ballesta tropical. Una vez que los nichos y hábitats del sargo son invadidos por los ballesta, una especie particularmente agresiva, la recuperación de las poblaciones de sargo puede ser muy difícil.
Especies a consumir de forma espaciada
Por su contenido en mercurio y por mujeres embarazadas o con recién nacidos lactantes, hay que tomar precauciones con los túnidos, ya sean frescos o congelados y de tamaño superior a un metro. También puede haber mercurio en la carne de tiburón (cazón en adobo y rosada), en el pez espada (Emperador), en el marlín y en los escolanos. Algunas de estas especies, además del mercurio pueden acumular otros metales pesados. Evitar, en el caso de los grandes túnidos, consumir el último tercio del cuerpo (la cola), donde se suele acumular el mercurio. Con las latas de atún blanco no hay problema, ya que se suelen enlatar túnidos pequeños (melvas, listados, patudos...) que no han tenido tiempo de acumular el metal.
Buenas prácticas de consumo responsable.
- Visitar en la web las páginas de SLOW FISH. Están también en español.
- Comprar peces locales y del día procedentes de la pesca artesanal.
- Comprar las tallas adecuadas, nunca peces pequeños.
- Comprar las especies fuera de sus épocas de reproducción, para no entorpecer su recuperación. Esto puede resultar imposible, como en el caso de la anchoa del Cantábrico. En este mes de abril, es recomendable no consumir Sepia (Jibia), ya que es su temporada de reproducción y merodea por aguas de poca profundidad, siendo atrapada con facilidad.