BIOÉTICA Y HUMANIDAD
Europa, algo menos ensangrentada
El gobierno del Reino de
Dinamarca, formado por una inestable coalición de partidos de centro e
izquierda, acaba de anular la posibilidad de sacrificar animales en la nación
sin utilizar el previo aturdimiento por descarga eléctrica. Quiere decirse que
ya no se podrá matar en Dinamarca un animal según el rito Halal (musulmán) o Cosher (judío) por el procedimiento de abrirle la garganta, si antes no se le
ha aturdido, para así evitar el terror, la angustia y el extremo dolor que
semejante práctica conlleva. Una noticia que hace avanzar a la Bioética en el
continente.
Con esta decisión, Dinamarca se
une a Suecia, Noruega, Islandia, Suiza y Liecheinstein para evitar la crueldad con
los animales, mientras que el resto de estados miembros de la Unión Europea
sigue aplicando la Directiva 93/119/CE, y el Reglamento (CE) Nº 1099/2009, ambos relativos a la protección del animal en
el momento de su sacrificio. La Directiva preconiza el aturdimiento
previo a la muerte, pero contiene la siguiente frase textual: …respetando al mismo tiempo las
disposiciones legales o administrativas y las costumbres de los Estados
miembros, en particular, a ritos religiosos, tradiciones culturales y
patrimonio cultural.
Eso significa que vacas, ovejas o
cabras pueden ser sacrificadas en mataderos oficiales europeos, con la cabeza
puesta en dirección a La Meca o a Jerusalén, ser inmovilizadas mediante
sistemas mecánicos y ser degolladas en frío seccionando tráquea, esófago y
vías venosas de un solo tajo, dejando que la víctima se desangre en lenta
agonía. El sufrimiento del animal quedaría supuestamente conjurado por la oración que lanza
el matarife (autorizado por las autoridades religiosas) en el momento de dar el
gran corte.
En su relación con los animales,
utilizados como alimento, trabajo, diversión o compañía, la especie humana
debería guiarse por cinco conceptos básicos de Bioética: no molestar gratuitamente
a los animales; no causarles hambre o sed; no hacerles padecer miedo o
angustia; no causarles dolor, heridas o enfermedades; y permitirles expresar su
comportamiento natural. En Europa, aunque se han dictado normas (Directivas)
sobre el bienestar animal, sigue produciéndose diariamente una sangrienta y
brutal matanza.
El “sacrifico ritual” practicado en Europa
es territorio salpicado de minas explosivas, abundantemente cargadas de
prejuicios religiosos, antisemitismo, racismo, intolerancia y fascismo.
Cualquier acción dirigida a erradicar la muerte de animales por medios
dolorosos e inhumanos recibe, de inmediato, la protesta de ciudadanos que
exigen libertad religiosa o de líderes religiosos musulmanes y judíos, que son
quienes auspician la matanza. En el concreto caso de Dinamarca, ayer mismo
aparecieron en los medios encolerizadas manifestaciones del Ministro de Culto
del Gobierno de Israel, acusando al gobierno danés de “antisemita”.
El problema, aparte la
repugnancia que tales prácticas despierta, es que sus resultados recaen sobre
ciudadanos que nada tienen que ver con el “sacrificio ritual”. De hecho,
ninguna normativa evita que carne Halal o Cosher llegue hasta consumidores de
otras creencias religiosas. No existe un etiquetaje oficial que identifique la
carne religiosamente obtenida, lo que nos hace inconscientes cómplices del
sufrimiento de los animales.
Además, el extenso degüello que
secciona la tráquea y el esófago del animal consciente, provoca que el contenido de ambos conductos (bacterias existentes en
pulmón y aparato digestivo) se vierta y extienda por cuello, cabeza y pecho
del animal. La infección tiene el camino abierto. Como la carne del cuello vacuno y de sus proximidades suele
emplearse en preparados de carne picada, y como no existe etiquetaje para
identificar carnes “religiosas” (por mucho que proteste nuestro carnicero), es
importante evitar comprar este tipo de despieces y los subproductos envasados,
precocinados e industrializados derivados. ¿La solución? Consumir carne de
cerdo.
Campaña en Polonia contra el sacrificio ritual |
En el Reino de España, tan católico que traslada doctrinas religiosas a la legislación civil,
existen 25 mataderos certificados por el IH (Instituto Halal) de la Junta
Islámica en España. En ellos se practica el “sacrificio ritual”. Si
las cosas funcionan como en Francia, por cada kilogramo de carne obtenida por
este procedimiento las autoridades religiosas perciben entre 10 y 15 céntimos
de euro (impuesto religioso). Uno de esos mataderos Halal, la empresa
gallega Novafrigsa – Coren, dice compensar los posibles remordimientos éticos
que les puedan surgir aplicando un bálsamo que todo lo cura llamado competitividad empresarial: la pasta es
lo importante.
Como ya conocemos la ética que
adorna al mundo empresarial, especialmente si es español, no debe sorprendernos
el íntimo pensamiento corporativo de esta moderna cadena de mataderos. Con la
decisión de Dinamarca, los empresarios cárnicos españoles, franceses o alemanes
están de enhorabuena, ya que los carniceros asentados en la civilizada nación
nórdica se verán obligados a importar carne Halal y Cosher desde naciones como
España. Esto es I+D y competitividad
empresarial caídos del Cielo (y nunca menor dicho).
Respecto de la aplicación de los eximentes
contemplados en la Directiva 93/119/CE, referidos a tradiciones y patrimonios
culturales, el Reino de España hace también abundante uso de los mismos para
justificar el “sacrificio patrimonial” de bovinos en el circo taurino, la
muerte “cultural” de vacas a lanzazos durante fiestas tradicionales o la
entrañable tradición de la “matanza” (degüello) del cerdo.
De ahí la cara de sorpresa de esas
abuelas y madres africanas condenadas en España por rebanar el sexo de sus
niñas con cuchillas oxidadas, a pesar de que la “ablación genital femenina” es una
tradición cultural de lo más arraigada en sus respectivas sociedades. No hay
nada tan útil como “La Religión, La Cultura y El Patrimonio Intangible” para
justificar la barbarie humana.
Para el lector que no comprenda
bien lo que quiere decir “sacrifico ritual” religioso, existen estremecedores videos cuya dirección en Internet dejo aquí, abajo aunque lleno de remordimientos y prevenciones. Los videos contienen imágenes insoportables y solo deben visionarlos personas adultas,
bien formadas, con estómago a toda prueba y un corazón resistente.
Confieso, humillando la estúpida virilidad hispánica, que no he sido capaz de
verlos todos, ni completos.
http://www.notre-planete.info/actualites/actu_2508_abattage_Halal_Casher_souffrance_animale.php