LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

jueves, 16 de abril de 2015

"OLEG NAYDENOV"
Con las manos en la masa


El "Oleg Naydenov", en el año 2010, sobre las gradas de Astican (Puerto de La Luz - Las Palmas de Gran Canaria) para hacer sus reparaciones y sus mantenimientos periódicos. Su nombre es visible en la aleta de estribor

La pesca ilegal, no documentada y no regulada (INDNR), internacionalmente conocida como pesca IUU (Ilegal, Unreported and Unregulated) es un azote para el Derecho internacional, una fuente de soborno y corrupción, una actividad mafiosa que golpea a las naciones en desarrollo y saquea los océanos, una afrenta a los derechos humanos porque, en ocasiones, usa tripulaciones esclavizadas, y es una pesadilla para los pescadores artesanales más pobres. Hoy nos anuncian que un cliente habitual del puerto de Las Palmas de Gran Canaria (Reino de España) se ha hundido. Es el enorme arrastrero factoría ruso “Oleg Naydenov”, tripulado por 62 rusos y 23 africanos, arrasado por un pavoroso incendio.

Lo de “arrasado” y “pavoroso” es muy de novela, pero describe bien el estupendo del fuego que se ha propagado por el buque, hasta el punto de ser imposible apagar tanta llama. Después de horas vertiendo cientos de toneladas de agua sobre los 136 metros de eslora del buque, y mostrando una escora a babor de 11 grados, las autoridades españolas se han debido decir: “Este bicho no se apaga y se està llenando de agua, terminará dando la voltereta y se nos hundirá en pleno puerto de La Luz dejándonos un marrón de cuidado. El Señor no lo permita”.


El escorado buque factoría ruso arde furiosamente en mar abierto, alejado del puerto por remolcadores y vigilado por unidades de Salvamento Marítimo. Destaca la extensión del incendio, propagado de proa a popa. La fea humareda negra procede de la combustión de las redes de pesca (fibra sintética), estibadas a popa. 

Así que se lo han llevado a rastras a una decena de millas al sureste de Gran Canaria y allí, discretamente, se ha despedido envuelto en la humareda sin el llorado adiós de sus trabajadores agitando pañuelos. Ahora reposa a más de dos mil metros de fondo con casi 1.500 toneladas a bordo de fuel pesado (HFO - 380) y otros miles de litros del gasóleo utilizado en los generadores Diesel.

No deberíamos derramar lágrimas por el panzudo “Oleg”. En 1990 empezó su vida dignamente en los astilleros Volkswerft de Stralsund (Alemania), hoy rebautizados como Nordic Yards Stralsund. Debió ser una de las últimas construcciones del astillero estatal (República Popular Alemana), antes de su privatización tras la reunificación del país. Se bautizó con el nombre de “Leonid Galchenko” y se puso a trabajar para la naviera Murmansk Trawl Fleet Co (Federación Rusa). En 2006 fue rebautizado y trabajaba en comandita con su colega “Kapitan Boromolov”. En febrero de 2012 fue descubierto pescando sin permiso en aguas de Senegal. En enero de 2014, un avión militar francés le sorprendió en idéntica situación, fue apresado por la marina militar senegalesa y conducido al puerto de Dakar.


El "Oleg" trabajando con el nombre enmascarado mediante paneles móviles. Se pueden apreciar las dos últimas letras del nombre "... NOB" escrito en caracteres cirílicos, lo que señala una foto antigua

En Senegal no tienen simpatía por estos mastodontes de los océanos. El “Oleg” es capaz de pescar 18.000 toneladas de peces al año que en sus entrañas congela y empaqueta. También fabrica 5.800.000 latas de conserva y llena varios miles de sacos de harina de pescado, elaborada con tripas y espinas . Sus presas son sardinas y pequeños peces pelágicos que atrapa al arrastre (peces forraje), con gran dolor para los pescadores artesanales locales cuyas capturas y alimento diario consiste, en un 80%, en esos peces cuyas poblaciones están sobreexplotadas.

Tras la detención del buque hace más de un año, los rusos más soviéticos se rasgaron las vestiduras en un lamento ofendido. Según relataba el diario Pravda, próceres de la Duma aseguraban que el apresamiento del inocente buque se debería a las insidias del Eje maligno Paris – Washington – Dakar – Greenpeace. Finalmente, el 16 de enero de 2014  el “Oleg” fue liberado. Difícil saber si tuvo que abonar los 832.000 dólares de multa propuesta.

El buque recaló en el puerto canario de Las Palmas el 3 de marzo de 2015 para sus aseos y reposos. Tenía la intención de zarpar en breve hacia aguas de Mauritania, pero un oportuno incendio ha estropeado su viaje. Ahora quizá dirán en el Pravda que Madrid se ha unido al Eje maligno.


Imagen de Greenpeace, donde unos voluntarios tratan de arrancar la máscara que oculta el nombre del "Oleg Naydenov" mientras trabaja (lleva los artes desplegados, como indican los cables que surgen de la popa). Los casi cien hombres de la tripulación no se asoman por la borda, a pesar de que están siendo incordiados. En esta ocasión el panel de enmascaramiento entona más con el color del casco. A la derecha, el viejo nombre, más grande, ha sido oportunamente manchado y medio borrado. El buque tiene una carga de trabajo de 257 días de faena al año.

Un pirata menos. ¿Debería escribir “presunto pirata”? Tengo serias dudas después de ver dos retratos de su rechoncha popa, tomados en alta mar y en plena faena, donde aparece con su nombre ensuciado y enmascarado para evitar ser identificado por las autoridades. Los buques de pesca ilegales hacen esas cosas, igual que los ladrones se tapan la cara en los atracos.

No faltarán voluntarios que cubran el hueco dejado por “Oleg” en las filas de los piratas. No es el primer buque acusado de piratería que se hunde de forma rápida y sin causar daños personales. Algún político ruso, como los que lamentaban en Moscú el último apresamiento, afirmaba que los recursos naturales de mar están escaseando cada vez más, que las aguas africanas son todavía un buen cazadero - caladero y que… tonto el último.