FRACKING
¿Explicaciones? Las justas
La presión del lobby gasero crece. Las agencias de "Comunicación e Imagen" trabajan a destajo creando frases clave que industriales y políticos deben repetir mil veces, sin tartamudeos, con mirada firme, sin cambiar una coma o un acento. Las últimas frases fabricadas por el lobby son: “No podemos dejar pasar esta oportunidad” y “España no puede perder este tren”. Se escucha y se lee tan urgente afirmación hasta en boca de un ministro del gobierno y en sede de tan alto nivel como puede ser el Senado del Reino de España.
Según parece, las moléculas
del gas metano, difuso y perdido en los
microporos de las pizarras y esquistos hundidos a kilómetros de profundidad, se están
impacientando. Como ya sabrán, estas moléculas de gas metano son como diminutos
pedos (ventosidades) de unas bacterias que descompusieron materia orgánica (vegetales) hace
millones de años. Pero, ¡Oh Dios mío!, los micropedos han oído hablar del
Fracking y han entrado en un frenesí imparable. Después de pasar millones y millones de años aburridos y
aislados bajo tierra, de repente tienen la oportunidad de salir al aire libre.
Instalación de perforación y Fracking en Estados Unidos, con su piscina receptora de agua envenenada. |
La comunicación de los diminutos pedos con los emprendedores del Fracking debe ser fluida. Pedos y lobby hablan el mismo idioma y ambos han convenido en que esta oportunidad de salir no puede perderse.
Que si los pedos no escapan ahora de su entierro, no saldrán nunca. Al parecer, el tren del Fracking
solo pasa una vez. El mensaje ha sido recibido y hay que sacar a esa gente de
ahí. Si no salen ya, tienen la intención de hundirse hasta
el centro de la Tierra y perderse para siempre. ¡Ahora o nunca!
El discurso del lobby del
Fracking aburre a la oveja tonta del rebaño. Los lobbistas siempre nos esconden las partes
más excitantes de su propósito, como son el listado y las propiedades de los cientos de ingredientes
que inyectan bajo tierra mezclados con agua. No nos cuentan los espléndidos
efectos que se pueden conseguir con las aguas que regresan a la superficie y la prometedora posibilidad de embotellarla y venderla como decapante o contra la caspa. Nos ocultan las ventajas de llevar hasta nuestros grifos un novedoso producto que parece agua, que arde al acercar una llama y que, además, puede quitar la sed. No nos
alegran la vida con historias de terremotos que agrietan casas y que harían más excitante nuestra convencional vida.
No nos desvelan que la
explotación del Fracking es un “chute” fantástico para el cambio climático, teniendo en cuenta que acelera la quema completa y total del carbono fósil existente
en la Tierra. Que las explotaciones del Fracking son involuntarios surtidores de
metano, un gas con un poder de efecto invernadero veinte veces más potente que
el CO2. Emanaciones que persisten hasta muchos años después de cerrado y agotado un pozo.
Nada. No hay forma. Ellos repiten que “No podemos perder esta oportunidad” ...y nada más.
Nada. No hay forma. Ellos repiten que “No podemos perder esta oportunidad” ...y nada más.
Eso sí. Nos abruman con los
grandes éxitos del Fracking en Estados Unidos, escondiendo que el gas de
pizarra en Europa es comparativamente escaso. Nos dicen que seremos más
independientes en energía, pero no especifican en qué medida o porcentaje porque no tienen la menor idea. Si les
pedimos las cuentas de las necesarias inversiones miran a otro lado o responden
que crearán miles de puestos de trabajo (como en la construcción y su burbuja).
Si les preguntamos en qué porcentaje bajará el precio del metano en España
cuando todo el gas proceda de nuestro Fracking, se callan.
Cuando queremos saber cuántos
pozos deben perforarse en España para que seamos independientes en energía
(¿200 pozos?, ¿2.000?, ¿50.000?,…) ponen cara de ignorancia suprema. Si preguntamos cuánto
tiempo durará el gran milagro del Fracking en España (¿10 años?, ¿20?, ¿40?)
escurren el bulto porque no lo saben. Si indagamos a cuánto ascenderá el coste
de la restauración del territorio devastado por cientos de pozos, balsas, tuberías y caminos
al final de la vida útil de un yacimiento (¿5 años? ¿10?), se quedan mudos
porque no saben hacer el cálculo y porque, en realidad, nunca pensaron en esa idiotez de la restauración ambiental.
Tratamos de saber cómo será
la gran revolución del Fracking, si nos servirá para cocinar, para que un ministro concienciado se duche, por fín, con agua caliente, si moverá nuestros coches o fabricará electricidad a mejores precios y aumentará nuestro
poder adquisitivo. Pero ellos nos hablan de fábricas de aluminio, de metalurgia y de renacer industrial en una nación desindustrializada, descapitalizada, endeudada
y con buena parte de nuestros mejores recursos humanos huidos a Alemania.
Hay ingenuos que les creen a pie juntillas y están convencidos de que el Fracking traerá prosperidad a los propietarios de las parcelas donde se instala un pozo. Como si Burgos fuera Dakota del Norte, Logroño fuera Denver (Colorado) y el gas perteneciera al paisano. Incluso allí, muy pocos se han hecho ricos. En Texas, a los propietarios del terreno les dan 800 € a la firma del permiso y unos 80 € mensuales por pozo. Cuando les colocan el pozo de prospección y del Fracking cerca de su casa tienen que levantar muros de 15 metros de altura para no enloquecer con el estruendo de los compresores las 24 horas al día y el estampido de las inyecciones del veneno bajo tierra.
En Europa, el gas no es tuyo, querido labriego o terrateniente. Es del Estado, que se lo cede al menda del lobby. Ese menda te dejará la parcela o la finca hecha unos zorros cuando el gas se acabe (en cinco añitos). Un páramo donde no se aventurarán ni las ratas y donde no crecerán ni los cardos. También te dejará el bolsillo averiado cuando tengas que beber, cocinar y regar el resto de tu vida con agua embotellada porque te han envenenado el pozo o el acuífero. Te llenarán el campo de tuberías para el agua y tuberías para el gas (sin odorizar y con riesgo de fugas indetectables y explosiones). Además te convendrá mantener una prudente distancia de cualquier pozo porque emite buenas dosis de uno de los cancerígenos más potentes que existe. Benceno.
Hay otro detalle que el lobby esconde celosamente. Alemania, la nación industrial europea por excelencia, tiene en el gas metano (mayoritariamente ruso) una fuente de energía indispensable, ahora que ha decidido desmantelar sus centrales nucleares. Para Alemania el gas de Fracking debería ser prioritario, con yacimientos en Renania Westfalia, Baja Sajonia y otros Lander del noroeste del país. Sin embargo, todo el posible gas de Fracking alemán solo aportaría el 10% de las actuales demandas. Por eso apuestan firmemente por la energía eólica y fotovoltáica. Los alemanes no son idiotas y ya se han asustado con los primeros ensayos y el resultado de ver los terrenos circundantes envenenados con mercurio.
El agua "potable" de Dimock (Pensilvania - USA), en 2009, después de que el Fracking reventara el acuífero del que bebía todo el pueblo. |
En Europa, el gas no es tuyo, querido labriego o terrateniente. Es del Estado, que se lo cede al menda del lobby. Ese menda te dejará la parcela o la finca hecha unos zorros cuando el gas se acabe (en cinco añitos). Un páramo donde no se aventurarán ni las ratas y donde no crecerán ni los cardos. También te dejará el bolsillo averiado cuando tengas que beber, cocinar y regar el resto de tu vida con agua embotellada porque te han envenenado el pozo o el acuífero. Te llenarán el campo de tuberías para el agua y tuberías para el gas (sin odorizar y con riesgo de fugas indetectables y explosiones). Además te convendrá mantener una prudente distancia de cualquier pozo porque emite buenas dosis de uno de los cancerígenos más potentes que existe. Benceno.
Hay otro detalle que el lobby esconde celosamente. Alemania, la nación industrial europea por excelencia, tiene en el gas metano (mayoritariamente ruso) una fuente de energía indispensable, ahora que ha decidido desmantelar sus centrales nucleares. Para Alemania el gas de Fracking debería ser prioritario, con yacimientos en Renania Westfalia, Baja Sajonia y otros Lander del noroeste del país. Sin embargo, todo el posible gas de Fracking alemán solo aportaría el 10% de las actuales demandas. Por eso apuestan firmemente por la energía eólica y fotovoltáica. Los alemanes no son idiotas y ya se han asustado con los primeros ensayos y el resultado de ver los terrenos circundantes envenenados con mercurio.
El Fracking es el camino a
ninguna parte persiguiendo un modelo agotado. Un negocio para cuatro espabilados. Es el
consabido “Tente mientras cobro” propio de profesionales del
pelotazo y de políticos inferiores.