MADRID IRRESPIRABLE
Medio millón de víctimas
La Unión Europea calcula en
500.000 el número de sus ciudadanos que morirán a lo largo de este año de 2013, de forma prematura, a causa de
la contaminación atmosférica. Son muchos y no están repartidos de forma
equilibrada, ya que en algunas ciudades europeas la esperanza de vida se reduce
hasta en dos años, mientras que en otras se cifra en unos días. Barcelona y
Madrid se encuentran entre las más desfavorecidas.
Estamos ante unos hechos tan extraños que producen inquietud y escalofríos. Desde que la American Hearth
Association (Asociación Americana del Corazón) estableciera sin género
de dudas la relación causa - efecto entre las micropartículas que emiten
los motores Diesel y la morbilidad y las enfermedades cardiovasculares, demasiados políticos parecen estar paralizados por la indiferencia o por el pánico. El
primer número del año 2013 del Boletín Semanal Epidemiológico (BEH Nº 1 y 2 - Organización Mundial de la Salud), dedica su editorial y un amplio artículo a
la epidemia de muertes alimentada por la mala calidad del aire.
Para el BEH, sin una política mucho más
radical, más enérgica y global, la población seguirá expuesta a graves daños
para su salud y a una muerte adelantada de forma absurda. Incluso los niveles
“permitidos” en las normas europeas son excesivos y mortales a medio y largo
plazo. Las horquillas de tolerancia son, al parecer, inaceptables. Y si las
normas cumplidas a rajatabla nos enferman, permitir que sean
transgredidas sin que se produzca una reacción resulta insoportable. Estamos ante una dejación que afecta a la salud y a la vida.
Contaminación en el Paseo de la Castellana (Madrid), en enero de 2013 |
El año 2013 ha empezado sucio
para Madrid. Con el anticiclón estancado sobre la península ibérica, los
índices de contaminación atmosférica en la capital de España se están
disparando. Desde el 3 de enero, al menos cuatro estaciones de medición han
registrado cifras por encima de los 200 microgramos por metro cúbico de Dióxido
de Nitrógeno. En una de las estaciones (Plaza Elíptica) se acaban de registrar
306 microgramos/metro cúbico. En la instalada en el populoso barrio de El Pilar, el límite se ha sobrepasado en cinco ocasiones en estos últimos cinco días.
¿Alarma entre las autoridades
municipales y sanitarias? ¿Restricciones al tráfico en las áreas sensibles? El
silencio es atronador. La señora alcaldesa de la capital se encuentra en
Lausanne, presentando la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020.
Una ciudad cuyos habitantes, (según la encuesta publicada por la Comisión Europea en 2010,) opinaban en un 85% que la contaminación del aire urbano era asunto muy
grave (39%) o bastante grave (46%). Lo peor, sin embargo, no son los óxidos de
nitrógeno o de azufre. Lo más grave es el abrumador porcentaje de automóviles que quema gasoil y que emite las cancerígenas partículas PM 10, PM 5 y PM 2,5.
En verano llega el ozono, elemento contaminante más
frecuente y notorio en las proximidades del aeropuerto de Madrid - Barajas, justamente
donde se levantan el estadio y la Villa Olímpicos. El ozono troposférico de Madrid causa problemas
pulmonares, además de afectar a ojos, riñones y cerebro. Como anécdota
complementaria, el ozono produce necrosis en los vegetales, frenando la
función clorofílica y desembocando en bajos rendimientos para los cultivos.
Alguien se preguntará qué planes tiene Madrid para reducir la contaminación de su atmósfera. La respuesta es NINGUNO. El anterior Plan caducó el 31 de diciembre de 2012 y no existe otro para reemplazarlo. Sin embargo, la Comisión Europea acaba de conceder otro año más de moratoria a Madrid para que solucione su grave problema, antes de llevarla a los tribunales. Quiere decir que a lo largo de 2013 Madrid podrá rebasar tranquilamente los límites de contaminantes.
La inoperancia, la desidia, la debilidad y la complicidad de la Unión Europea en materia de indefensión de los ciudadanos es ya un paradigma. No es de extrañar que aumente el euroescepticismo entre muchos ciudadanos comunitarios, y no solamente en el Reino Unido. Las conclusiones del informe Aphekom, elaborado entre junio de 2008 y marzo de 2011, con los datos de la calidad del aire en 25 ciudades europeas, siguen siendo descorazonadoras. Merece la pena hojearlo para así calcular cuántos años de vida están escamoteando a nuestros hijos algunas autoridades indolentes. Si el lector piensa que las posibles soluciones son imposibles de aplicar (las restricciones al tráfico privado, el fomento del transporte colectivo, peajes urbanos, carriles bici), tiene los ejemplos de California, de Canadá y del norte de Europa, donde políticos y autoridades respetuosos con la vida humana están paulatinamente reduciendo la mortalidad de los ciudadanos por contaminación del aire.
Alguien se preguntará qué planes tiene Madrid para reducir la contaminación de su atmósfera. La respuesta es NINGUNO. El anterior Plan caducó el 31 de diciembre de 2012 y no existe otro para reemplazarlo. Sin embargo, la Comisión Europea acaba de conceder otro año más de moratoria a Madrid para que solucione su grave problema, antes de llevarla a los tribunales. Quiere decir que a lo largo de 2013 Madrid podrá rebasar tranquilamente los límites de contaminantes.
La inoperancia, la desidia, la debilidad y la complicidad de la Unión Europea en materia de indefensión de los ciudadanos es ya un paradigma. No es de extrañar que aumente el euroescepticismo entre muchos ciudadanos comunitarios, y no solamente en el Reino Unido. Las conclusiones del informe Aphekom, elaborado entre junio de 2008 y marzo de 2011, con los datos de la calidad del aire en 25 ciudades europeas, siguen siendo descorazonadoras. Merece la pena hojearlo para así calcular cuántos años de vida están escamoteando a nuestros hijos algunas autoridades indolentes. Si el lector piensa que las posibles soluciones son imposibles de aplicar (las restricciones al tráfico privado, el fomento del transporte colectivo, peajes urbanos, carriles bici), tiene los ejemplos de California, de Canadá y del norte de Europa, donde políticos y autoridades respetuosos con la vida humana están paulatinamente reduciendo la mortalidad de los ciudadanos por contaminación del aire.