LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

CRISIS INTERMINABLE
Koalas en el G-20




Un puñado de líderes mundiales se ha juntado en Brisbane (Australia). Algunos se han dejado colgar del hombro un paciente koala y han sonreído a la prensa. Frente a los micrófonos, los veinte grandes líderes económicos han expresado su satisfacción. China va bien: su crecimiento ya no es rápido, pero sí es robusto. Europa va bien: está emergiendo de la crisis y vuelve a crecer. Crece muy poco, pero crece que es lo que cuenta. El Reino de España va bien: ha hecho los deberes y paga deudas apretándoles el cinturón a la mayoría de los españoles. Escuchando esas cosas los ciudadanos se quedan más tranquilos al saberse en manos de esta gente tan lista y que sonríe con sus koalas. Pero los animalitos que cargan en sus brazos son los únicos que pueden despertarnos ternura.

Una figura lúcida y privilegiada llamada George Monbiot nos hace otra descripción del G-20 reunido en Brisbane. Compara a la tropa allí convocada con un grupo de soldados, aislados y encerrados en una granja en pleno campo de batalla. Saben que fuera hace un frío glacial y ellos se dedican febrilmente a quemar los libros, muebles, cuadros, puertas y escaleras en la chimenea de la casa, para poder aguantar una noche más al calor. 

Los de Brisbane no queman madera. Queman los servicios públicos de transporte, queman la sanidad pública y la educación para todos, echan al fuego las redes públicas de ayudas sociales, abrasan los espacios naturales y achicharran los recursos naturales al tiempo que destrozan el clima en el que la humanidad creció y se desarrolló en los últimos 10.000 años.

Con su fogata esperan generar ese reconfortante calor que ellos llaman “crecimiento”. Llevan décadas alimentando ese fuego sagrado y, sin embargo, no logran llegar a su destino. Hace unos días, uno de los más conspicuos representantes de ese G–20, el llamado David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, anunciaba solemnemente que estábamos al borde de otra crisis económica. Seis o siete años después de iniciada la gran depresión, el Premier británico veía parpadear las luces rojas de una nueva y brutal recesión.

En realidad, la crisis nunca se fue. No sólo no ha concluido, sino que se recrudece con sus secuelas de desempleo crónico, salarios basura, decrecimiento, deflacción y pobreza. Sigue entre nosotros porque no se puede estabilizar una economía que es genéticamente inestable, que está construida sobre la marisma fangosa de la deuda imparable, que es alimentada por la especulación y que está dirigida por saqueadores que agotan los recursos y masacran el equilibrio del planeta.

Un dato para la reflexión: en el año 2008, en plena explosión de la actual crisis, la deuda pública y privada de la economía mundial representaba el 174% del Producto Interior Bruto global. Nos dijeron entonces que la pavorosa deuda estaba en el origen de nuestra inmensa miseria. En el mes de septiembre de 2014 esa deuda había subido al 212%.

El Premier británico propone que salgamos de este mortífero sistema aplicando mayores dosis del veneno que nos mantiene postrados: más desregulación, menos Estado, más empresas privadas y corporaciones, menos servicios públicos. Por eso, apoya sin fisuras el llamado Tratado Comercial Trasatlántico entre Estados Unidos y la Unión Europea. Sobre todo, insiste en esa inusitada cláusula del Tratado que permitiría a las empresas privadas disponer de un marco legal especial. Una estructura legal basada en bufetes privados de abogados que solventarían posibles conflictos con los Gobiernos, lejos de los jueces. Un marco legal exclusivo al que no tendría acceso el resto de la humanidad, donde una empresa podría demandar a un Estado soberano si éste crea leyes que atenten contra sus beneficios.

Empresas tabaqueras demandando a Estados soberanos por dictar leyes antitabaco. Empresas mineras demandando a Estados soberanos por dictar leyes ambientales que evitan que se contamine el agua potable de los ciudadanos. Empresas pesqueras demandando a Estados soberanos por dictar leyes que regulan las cuotas de capturas para proteger el futuro. Empresas médicas demandando a Estados soberanos por crear redes sanitarias públicas para ciudadanos sin recursos porque les arrebatan enfermos. Empresas educativas demandando a Estados soberanos por mantener escuelas públicas que les quitan clientes y universidades públicas con becas que les restan alumnos.

Es la muerte de la democracia, la desaparición de los bienes y los servicios públicos y la segura destrucción del medio ambiente. ¿Todo por mantener el fuego sagrado del “crecimiento”? Si ese crecimiento nos hubiera hecho más felices, si nos ofreciera más seguridad en nuestro empleo para hacer un proyecto de vida a largo plazo, para confiar en disfrutar de una tranquila vejez y en el mejor futuro de nuestros hijos, entonces haríamos un esfuerzo por entender.

Pero no es así. Nuestros empleos son más precarios, la angustia nos hace infelices, la contaminación nos enferma y nos mata, nuestra supuesta prosperidad se resume en un teléfono móvil 4G y a nuestro alrededor vemos extenderse la trama de ladrones impunes. Ya no somos dueños de nuestro destino porque las empresas, aliados con sus empleados en la política, decidirán por nosotros. El “crecimiento” que nos ofrecen el G-20 y las corporaciones a él adheridas nos conduce a una sociedad cada vez más desigual, más injusta y más criminal.

martes, 18 de noviembre de 2014

PETROLEO EN CANARIAS
Descorazonador

El "Rowan Renaissance"

Estaba anunciado. Hoy, 18 de noviembre de 2014, el precio del barril de Brent cae hasta los 78,27 $ y el West Texas (WTI) desciende a 74,89 $. Pero esa bajada continua no está beneficiando al consumidor. Dicen que el Reino de España se está ahorrando miles de millones de dólares con los precios, pero conviene preguntarse quién o quienes se benefician de la situación. Mantienen el turbio mensaje de que el precio de los productos en las estaciones de servicio depende de muchas otras cosas: impuestos, tasas, beneficios, distribución, transporte, refino, I+D+i, …quizá hasta las copas.

En Estados Unidos, la bajada del precio del crudo, gracias al petróleo de esquistos (piedra), hará economizar unos 500 dólares a cada familia. Una inyección que ayudará al consumo y a la economía. En el Reino de España no sirve para nada. Los precios del gasóleo no se mueven desde hace semanas y, en caso de hacerlo, descienden un par de céntimos de euro.

Los bajos precios se van profundizar. Eso es lo que opinan Golman Sachs, profetizando el barril de crudo saudita a 60 euros. Con precios tan bajos no es rentable buscar crudo bajo las llanuras abisales de los océanos. Las empresas petroleras privadas llevan meses retirándose de yacimientos “extremos” porque no les salen las cuentas. Pero una empresa llamada Repsol parece inmune al cataclismo de los mercados y sigue adelante con sus exploraciones extremas y fuera de rentabilidad. En estos momentos merodea por Canarias y su actividad despierta respuestas como esta:

Traducción de la respuesta radio ofrecida por del Capitán del “Arctic Sunrise” ante la orden militar de alejarse de los buques de Rowan Corporation contratados por la empresa privada Repsol:

“Buque de guerra español. Mensaje recibido y entendido. Nos mantendremos en la posición. Estamos obligados a seguir aquí, ya que nuestra tarea es proteger el medio ambiente. No permitiremos la perforación en estas aguas profundas ya que nosotros, y millones de nuestros asociados, consideramos esta actividad como extremadamente arriesgada. Hacemos un llamamiento al Gobierno de España para que proteja el medio ambiente y a la población de las Islas Canarias, en lugar de proteger los beneficios corporativos de Repsol”.

También merece la pena hacerse algunas preguntas.

Primera pregunta
¿Es el Reino de España de Mariano Rajoy más brutal que la Federación Rusa de Vladimiro Vladimirovich Putin?

Aparentemente Sí.
En agosto del año 2013, las fuerzas del orden rusas actuaron en aguas del Ártico para detener a civiles no violentos y desarmados. Hubo disparos rusos con Kalashnikov y chorros de agua contra activistas encadenados al buque de perforación ruso. Se detuvo a una veintena de ecologistas, pero nadie resultó herido. Los ecologistas, pertenecientes a veinte nacionalidades, fueron acusados de “piratería” y luego puestos en libertad.

En Canarias, las fuerzas del orden españolas (Ejército) embistieron violenta y deliberadamente con sus embarcaciones de guerra a lanchas de civiles no violentos y desarmados. Como consecuencia de una de las embestidas, cayó al agua una tripulante de 23 años, con el resultado de heridas que obligaron a su urgente hospitalización.

Las autoridades militares del Reino de España se justifican de dos maneras ante hechos que han dado la vuelta al mundo porque fueron filmados con todo detalle: las embarcaciones embestidoras eran del mismo tamaño que las embestidas (proporcionalidad), aunque los tripulantes de las primeras llevaran alta velocidad y actuaran con la impunidad que ofrece el uniforme y obedecer órdenes. La  segunda justificación es que los directamente causantes del accidente recogieron a la joven y se la llevaron en un helicóptero militar hasta el hospital. Eso está muy bien: primero te comportas como un gorila y provocas un accidente. Luego te comportas como un ser humano (o te asustas por las consecuencias de tu "gorilada") y socorres a la víctima.


A rumbo de embestida. Al fondo, el "Rowan Renaissance"
 y sus dos supplies


Segunda pregunta   
¿Protege el Gobierno del Reino de España, usando violencia militar, los intereses de una empresa privada, mientras desatiende los intereses públicos de la ciudadanía de Lanzarote y Fuerteventura?

Aparentemente Sí.
En contra de la opinión del Gobierno Regional de las Islas Canarias, como representante directo de la voluntad popular canaria, y a pesar del descontento directamente expresado por una significativa parte de la población, la multinacional Repsol es protegida militarmente en sus actuaciones, mientras que se impide, por todos los medios legales, que la prospección del crudo sea objeto de una consulta popular.

Peor aún. Un responsable del Gobierno del Reino de España acusa al Gobierno de Canarias de usar dinero público para financiar una campaña contra las prospecciones (¿edición de folletos?, ¿confección de carteles o pancartas?). Sin embargo, el mismo responsable gasta dinero público movilizando buques y personal militar (bienes públicos) en otras campañas emprendidas por empresas privadas.

Tercera pregunta
¿Resulta rentable y energéticamente útil y estratégica la exploración y eventual explotación de bolsas de petróleo situadas en aguas profundas de Canarias?

Seguramente No.
La rentabilidad de esta actuación queda supeditada al mercado de futuros y la previsión de un retorno del precio del barril por encima de los 100 dólares. Los únicos beneficiados por esta operación serían los accionistas y directivos de Repsol, junto con sus asociados de Texas (Rowan Corporation). De momento, los que están ganando una pasta son los tejanos de Rowan.

La rentabilidad se basaría, de manera puramente especulativa, en el supuesto volumen de las supuestas reservas localizadas y en el consecuente valor de su extracción y venta. No se mencionan, por falta de transparencia, las posibles subvenciones o ayudas financieras que Repsol esté recibiendo por parte del Gobierno del Reino de España para llevar adelante estas prospecciones.

Mucho peor sería que el posible y costoso petróleo de Canarias fuera "impuesto" en nuestro mix petrolero, forzando al ciudadano a pagar precios más elevados que los que se obtendrían acudiendo al mercado exterior, como se hace ahora y que están en bajada permanente. Siempre cabe la posibilidad de que usar ese costoso petróleo fuera considerado como un acto de patriotismo. 


Concesiones. No hay escapatoria ante el derrame


Cuarta pregunta
El posible petróleo encontrado ¿redundaría en una independencia del Reino de España respecto de energías importadas desde el exterior?

Rotundamente No
Las especulaciones mencionan la existencia de entre 100.000 y 150.000 barriles diarios en los yacimientos frente a Lanzarote y Fuerteventura durante 15 años. Hasta hace unos días, esas especulaciones estaban en 200.000 barriles al día durante 25 años. Dentro de una semana veremos en qué queda el tesoro.

Aunque el Reino de España está disminuyendo su consumo de petróleo desde 2007, en el ejercicio 2011 importó 1,3 millones de barriles diarios (99% del petróleo que consume la nación). Los crudos de Canarias cubrirían apenas el 10% de las supuestas necesidades de la nación. Además, la calidad del crudo de Canarias es desconocida y los técnicos especulan con un 10 -15% de posibilidades de que se trate de crudo de buena calidad. El 85 – 90% de las posibilidades es que estemos ante un crudo vulgar (barato) o, en el peor de los casos, un betún infumable.

Si resulta ser de mala calidad, cargado de azufre, metales pesados o peligrosos radionucléidos, el petróleo de Canarias no serviría ni para asfaltar una carretera comarcal. Pasaría como con el asfalto pesado que yace enterrado bajo el delta del Orinoco, necesitado de tan costosos procesos de refino y descontaminación que harían inviable su explotación.

Además, la supuestamente imperiosa necesidad de que el Reino de España obtenga petróleo propio tropieza con la realidad de que nuestras empresas petroleras exportan el 17% de sus productos refinados al exterior (gasolinas y gasóleos). Tal parece que nos sobra energía. La muy deseable independencia y seguridad energéticas del Reino de España reside en abandonar el uso del petróleo como combustible fundamental y volcar todos sus esfuerzos e inversiones en recursos energéticos renovables limpios, propios y abundantes, básicamente solar y eólico.

Quinta y última pregunta
¿Tienen razón los canarios  alarmados?

Depende
La Rowan Corporation, empresa fundada por dos hermanos de Houston (Texas), Arch y Charlie Rowan, tiene sobrado prestigio y experiencia. Dispone de una flota de 34 buques perforadores de petróleo offshore  y no le conviene cometer errores. Utiliza un buque construido por astilleros coreanos (Hyundai) este mismo año 2014. El “Rowan Renaissance” es escandalosamente nuevo y lleva a bordo 210 tripulantes y técnicos muy bien formados. Le acompañan dos buques de apoyo o supplies que se encargarán de llevar a tierra los productos altamente contaminantes del sondeo (lodos de perforación), impidiendo que se viertan al océano.


El consumo de petróleo baja desde 2007 

Pero el “Rowan Renaissance” llega a Canarias después de haber tenido un incidente serio en aguas de Namibia el pasado mes de mayo, con el colapso de una perforación en fase de cimentación, lo que le obligó a abandonar el yacimiento Welwitschia -1 mientras trabajaba para Repsol. El “Rowan Renaissance” puede ser muy moderno, pero eso no es una garantía. También era muy moderna la plataforma de perforación “Deepwater Horizon” de BP que explotó en el Golfo de México en 2010 provocando una descomunal marea negra.

Nadie puede garantizar la total inocuidad de esta aventura. El problema es que, como sucede con cualquier central nuclear, el menor fallo tiene consecuencias dramáticas. Un fallo puede provocar una marea negra y perjudicar gravemente el turismo, el más importante medio de vida de las Islas Canarias (74% de la actividad económica), donde viven 2,2 millones de españoles. Esos españoles sobreviven gracias a los 10,6 millones de turistas (datos de 2013) que visitan el archipiélago cada año aportando el 70% del Producto Interior Bruto de las islas.

Unas conclusiones
Poner en peligro, aunque sea muy eventualmente, el medio de vida de los canarios es estúpido. Si la estupidez se hace por dinero, estamos ante desalmados y descerebrados. 

Un apéndice final
Dice el empresario que manda en Repsol, que el conflicto de Canarias con el Petróleo de Repsol (el Petróleo de Canarias no existe) es "político". Mal asunto, porque en España los problemas políticos se resuelven a tortas por la total incompetencia de los políticos. El conflicto recuerda al problema político de Cataluña. Lleva el mismo camino de solución: prohibición de consulta popular, seguido de querellas y multas.