ENERGÍAS RENOVABLES
Se acaban las excusas
Hace unos años, el gobierno del
Reino de España tomó la decisión de dar el tiro de gracia a las moribundas
energías renovables. Previa y abundantemente acuchilladas por un gobierno socialista, el
nuevo gobierno conservador asestó una nueva tanda de navajazos sobre el cuerpo postrado al recortar otros 3.000 millones de euros en
subvenciones. El apagón significó el frenazo en la energía eólica, ampliado con
la amenaza de instaurar un peaje disuasorio para la energía solar fotovoltaica
asumida por los ciudadanos.
No es nada nuevo para quienes
defendemos la imperiosa necesidad de alcanzar una amplia independencia
energética y de retrasar, en lo posible, los graves efectos del calentamiento
global. Lo impensable es que el recorte de 3.000 millones de euros, decidido
por el gobierno en base a informes técnicos emitidos por instituciones
independientes, careciera de esos anunciados informes. Al parecer, y según
cuentan los medios, la decisión tomada por Ministerio de Energía, Industria y
Turismo fue anterior en fecha a las conclusiones de uno de los informes
encargados, mientras que el segundo informe nunca se entregó.
Sin hacer una exhibición de
brillante inteligencia, cualquier lector deduce que el recorte no fue debido a
razones técnicas, sino meramente políticas. Esas razones políticas no serían
otras que la entrega en brazos de las corporaciones eléctricas agrupadas en el
lobby UNESA (nucleares, carbón, gas, fueloil). Por el Congreso de los Diputados
clamaban ayer algunos ingenuos representantes de pueblo pidiendo la dimisión
del ministro del ramo.
Anulada la excusa técnica para el
freno a las renovables, a los amigos del carbón y el petróleo les queda otra
excusa para sabotear a las eólicas y a los paneles fotovoltaicos: la
inestabilidad que introducen en la red eléctrica. Más de una vez, algunos
listos me han asegurado que a veces llueve y no hace sol. También me han asegurado
que a veces no sopla el viento. Desgraciadamente, la pregonada inestabilidad
que nos devolvería a la época de las cavernas, no se sostiene. De hecho, la
respuesta está en la técnica.
La ciudad de Schwerin en el buen camino |
En Alemania, nación vituperada y
denostada por cerebral y exigente, se toman muy en serio la eficiencia, la
tecnología y las reglas de la economía libre de mercado. De ahí sus grades recelos
ante el caos griego y los carnavales de la improvisación española. Quienes desprecian
a las energías renovables por su inestabilidad deberían darse una vuelta por
Schwerin – Lankov, bella capital del Land de Mecklenburgo, al norte de
Alemania. Allí, la empresa Younicos AG, fabricante de modernas baterías de todo
tipo, ha montado un Parque de Baterías de 5 megawatios, a 380 voltios y con 20
años de vida útil.
El trabajo del Parque es
garantizar la estabilidad de la red local, que suministra energía eléctrica de
origen eólico y solar a 60.000 habitantes. No es la única. En Leighton, al norte
de Londres, funciona otro Parque de Baterías de 6 Mw, y en la isla de Graciosa
(Azores) la empresa germana ha instalado un sistema eléctrico que incluye un
Parque de Baterías de 2,6 Mw, abastecido con 4,5 Mw de origen eólico y 1 Mw de origen
solar, capaz de aportar el 65% de la energía necesaria en la isla. Estabilidad
y almacenamiento solucionados.
Parque de Baterías en Schwerin |
Según los responsables de
Younicos AG, toda Alemania podría beneficiarse del sistema de almacenamiento de
electricidad proporcionado por unos 60 Parques de Baterías, distribuidos por
todo el país y alimentados por instalaciones de renovables en todos los
formatos, desde grandes plantas solares y campos eólicos, hasta sistemas
domésticos montados por particulares en sus tejados y azoteas. Esos Parques,
del tamaño de un estadio de fútbol, estabilizarían los aportes de las
caprichosas energías renovables, haciendo definitivamente innecesarias la
mayoría de las centrales nucleares y claramente desmantelables las accionadas
por sucios combustibles fósiles.
Además, con el nuevo sistema se
podría prescindir, en gran medida, de las innumerables líneas eléctricas de
alta tensión que recorren los territorios y que son caras de construir,
costosas de mantener y que generan pérdidas energéticas. El abastecimiento
sería menos frágil ante catástrofes que afectaran a las grandes plantas de
generación de un modelo excesivamente centralizado y en manos de grandes
corporaciones. Un sistema claramente perturbador de la democracia y la
seguridad energética de las familias.
La capital de Graciosa, en Azores (Portugal) dispone de su Parque de Baterías estabilizador. |
Los parques de baterías no son la única respuesta a la intermitencia de las fuentes renovables de energía eléctrica. En este año de 2015 se anuncia la instalación en Europa (Rhode - Irlanda) de la primera planta cinética de energía. Basadas en rotores (flywheel - volantes de inercia) que giran a entre 20.000 y 50.000 revoluciones por minuto, estas plantas son capaces de aportar instantáneamente a la red la energía cinética almacenada, después de transformar el movimiento del rotor en electricidad, al accionar un generador acoplado. Desde hace siete años, en Estados Unidos funcionan unos ocho millones de estos rotores, con una potencia instalada de 300 Gw/h que equilibra las necesidades de la red eléctrica y la dan estabilidad. La firma Schwungrad Energy Limited anuncia que montará la planta con ayuda del fondo europeo para proyectos de I+D "Horizonte 2020", que aporta 2,5 millones de euros de su presupuesto para 2014.
Los rotores están construidos con fibra de carbono y giran en el vacío sustentados por campos magnéticos, sin rozamiento. En caso de necesidad, como la falta de sol o de viento, generan la electricidad previamente retenida en forma de movimiento, con una eficiencia que alcanza el 90%. No hay química, residuos o emisiones, salvo lo que genera la construcción de la planta y sus elementos.
Los rotores están construidos con fibra de carbono y giran en el vacío sustentados por campos magnéticos, sin rozamiento. En caso de necesidad, como la falta de sol o de viento, generan la electricidad previamente retenida en forma de movimiento, con una eficiencia que alcanza el 90%. No hay química, residuos o emisiones, salvo lo que genera la construcción de la planta y sus elementos.
Imagen virtual del primer almacén europeo de energía cinética que será construido en Irlanda |
Si estas cosas pasan en naciones
del norte europeo, sin apenas horas de sol y con inviernos oscuros y apestosos,
es fácil imaginar que las exportaciones de energía eléctrica limpia del Reino
de España al resto del continente europeo pueden convertirse en un sector económico tan poderoso como el Turismo,
en un motor de desarrollo y de empleo. Si no avanzamos en las energías renovables
es porque un puñado de intereses particulares está zancadilleando, con
inexistentes informes y embustes pseudotécnicos, el futuro de nuestros hijos.