MAQUILLAJE PERVERSO
El exfoliante destructor
Queridídimas amigas. Una vez a la semana debéis aplicaros una capita de
crema exfoliante, de buena marca, desde
luego. La extendéis por todo el cutis con un suave masaje. La crema desprende y
arrastra las células muertas confiriendo a nuestra piel brillo y resplandor
renovados. También, queridas amigas, debéis pensar en vuestros maridos, novios
y compañeros, que deben cuidarse y emplear exfoliantes masculinos para
conservar ese aire dinámico y joven que tanto os gusta. No olvidéis que no hay
nada tan espantoso que mostrar dientes amarillentos en vuestra sonrisa. Para
combatirlo, hay que cepillarse los dientes varias veces al día con una pasta
dental blanqueadora con efecto ligeramente abrasivo.
Desde la antigüedad, las
mujeres se han frotado la piel con piedra pómez, sal marina, arena fina o paños
algo rugosos y enjabonados. El cutis
quedaba pelado y escocido, pero se aguantaba estoicamente porque la piel
rejuvenecía. Como tratamiento exfoliante intenso, se usaban mascarillas de
ácidos abrasivos (peeling) como el
glicólico, el salicílico, el láctico o el cítrico (frutas). Más violento y radical, desde finales del siglo
XX se usa el rayo láser que actúa como el soplete de un fontanero y se lleva por
delante hasta las manchas, causando quemaduras que las bellas mujeres soportan
con una gran sonrisa.
La "nanotecnología" ha permitido crear estas diminutas bolitas de plástico usadas como exfoliantes de belleza |
Desde hace unos años, los
infatigables laboratorios de cosméticos han dado con un abrasivo nuevo: los
microgranos (microbeads) inferiores a
1 milímetro de diámetro y hechos con Polietileno (PE), Polipropileno (PP),
Polietileno Tereftalato (PET) o Polietilmetacrilato (PMMA). Las diminutas
bolitas de plástico, incorporadas a una crema hidratante, se frotan contra la
piel y hacen efecto de arrastre desprendiendo las células muertas. Una vez
cumplida su misión, esas bolitas se van por los desagües tan ricamente, y aquí
paz y después gloria (el cutis como culito de bebé).
Lo malo es que trillones de
microgranos corretean por las alcantarillas, atraviesan la estaciones de depuración
(EDAR) sin saludar, navegan por los ríos y llegan al mar donde perduran por
años. Allí son ingeridos por toda clase de especies marinas, como mejillones
filtradores y pequeños peces que piensan que engullen rico plancton. El
plástico se acumula en sus aparatos digestivos, los bloquea y los mata. Los
pequeños peces son devorados por peces más grandes que van también acumulando
los exfoliantes de las bellas damas y de los coquetos caballeros.
La ONG holandesa De Nordzee (El Mar del Norte) ha analizado, junto con
otras organizaciones ambientalistas y científicas, muestras de peces en aguas
del Mar del Norte y del Canal de La Mancha. El resultado es que 1 de cada 3
peces contenía residuos plásticos en sus vísceras, especialmente “rayón” (fibra
sintética de nuestra ropa), partículas de botellas de polietileno y los microgranos
de la cosmética. La contaminación
empieza a ser masiva e imparable, ya que docenas de marcas siguen añadiendo los
granitos en sus formulaciones de abrasivos y exfoliantes.
Otra manera de difundir en la naturaleza plásticos que matan a peces y aves: la imbecilidad de tapizarse las uñas de bolitas |
Esta misma organización desató
una campaña europea contra el empleo de esta estúpida e innecesaria amenaza
para los ecosistemas marinos. La lista de empresas y productos que usan los microbeads es larga. Desde Beiersdorf
(Nivea) hasta Estèe Lauder (Clinique), pasando por L´Orèal (Biotherm, Vichy), Avene, Procter & Gamble (Clearasil), Keyline, Ada, Bourjois, Johnson & Johnson
(Neutrogena), Colgate Palmolive o Yves Rocher. Los meten en cremas de cara, gel
de baño, jabones y champús. También se emplean en pasta de dientes blanqueadora,
como hace GlaxoSmithKline en su marca Sensodyne, así como Colgate con el Max
White. Todas ellas firmas de altos vuelos y que se llenan la boca de glamour y prestigio.
Mensaje de la campaña contra la Sopa de Plásticos que ahoga el océano. |
La reacción es lenta, pero
empieza a dar resultado. Este pasado mes de enero, la firma Unilever ha tomado
la decisión de erradicar los microgranos de sus productos estrella, como “Dove”. Pretende poner fin a esta práctica antes de 2015. Veremos si es
seguido por otras empresas.
Para las Queridas amigas con escrúpulos ante la idea de expandir por los
mares las bolitas plásticas asesinas, existen alternativas. De momento, es posible consultar los cosméticos que tienen microgranos, agrupados en tres diferentes listas: verdes (sin
plásticos), amarillos (con dudas) y rojos (repletos de microbeads).