SEMANAS ARDIENTES
Entre Grecia y el Sol
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Aunque esta imagen corresponde a los días 30 de junio y 1 de julio de 2015, la ola de
calor en Europa se prolongará dos semanas más, interrumpida brevemente
por tormentas. En su fase más aguda, alcanzará el Reino Unido y puede provocar
temperaturas por encima de los 45 º C en el sur de Europa (España) |
Leo en la prensa francesa una frase del Sr. Juncker: "un No de los griegos en el referendum sería un No a Europa". Lo dice el protagonista del Wikilux, quien consintió la estafa de su nación (Luxemburgo) a sus socios europeos concediendo paraísos fiscales a grandes empresasl: Un No de los griegos sería un No a la Europa de Junckers. La frase revela hasta qué punto el neoliberalismo deforma la realidad y desprecia a los ciudadanos.
Escucho, en la cadena de radio
de mayor audiencia del país, la habitual tertulia de las mañanas. Unos señores,
supuestamente informados, hablan entre ellos del embrollo griego, sus causas,
desarrollo y consecuencias. En un momento dado, uno de ellos lanza la frase:
“el referéndum en Grecia es una equivocación y un error”. Otro le contesta:
“solo se explica si es otra baza del gobierno de Tsipras para forzar un acuerdo
a la desesperada con los acreedores…”.
En los últimos cincuenta años no se había puesto tan de
manifiesto la deriva de nuestra sociedad. En democracia, consultar a los
ciudadanos sobre asuntos que afectan brutalmente a sus vidas y las de sus hijos no sólo es es saludable, sino exigible. Sin embargo, parece que no vivimos tiempos de
democracia, sino de feudalismo financiero. Grecia nos enseñó el concepto de
Democracia y ahora se empeña en recordarlo. En realidad, en la Europa de 2015
solamente quedarían tres naciones que siguen viviendo en democracia: Grecia,
Suiza y Noruega.
Casualmente, dos de ellas se
han mantenido a prudente distancia de una Unión Europea gobernada por los
mercados, los lobbies y las grandes corporaciones. La tercera y más pobre,
Grecia, sufre los efectos del neoliberalismo más feroz y pugna por mantener su
soberanía. La semana que hoy comienza será decisiva para Europa.
Sin embargo, esta será también
una semana de gran malestar climático para media Europa. Pulverizando datos
históricos, entre los días 1 y 14 de julio se instalará sobre el occidente
continental una potente cuña de aire ardiente. Con su habitual desparpajo, los
presentadores de televisión hablan de la invasión de aire “africano”, como si
el cambio climático fuera una agresión extranjera. Algo malo que nos llega del Sur,
como los emigrantes y los criminales islamistas. Nunca entenderán que el aire ardiente
es muy nuestro.
Las diversas agencias
meteorológicas, la Aemet española, Meteo France y el Met Office británico, informan
de diez días seguidos por encima de los 40º C en Sevilla, de ola de calor
intenso en toda Francia (hasta 41ºC en Lyon), en Bélgica (38º C en Bruselas) y
en el Reino Unido (33º C en Gales y los Midlands).
El fenómeno responde a las
previsiones anunciadas hace meses por la NOAA (National Oceanic and Atmospheric
Administration) de Estado Unidos, acerca de un verano muy seco y caliente para
Europa. La administración de Obama, después de las inundaciones, tornados y
sequías vividas por el país en la primera mitad del año, prepara un paquete de
4.000 millones de dólares para impulsar las energías renovables y tratar de
reducir así los efectos del cambio climático.
En Bruselas, observada
con recelo por el Eurogrupo y otras absurdas instituciones que a nadie representan, circula la
propuesta de alcanzar el 50% de la producción eléctrica europea mediante
fuentes renovables antes de 2030. Se trataría de combatir la visible
aceleración del cambio climático y aumentar el ritmo de descarbonización de
nuestra sociedad. Pero es una apuesta condenada al fracaso, visto el torvo perfil de
los máximos responsables de la Comisión Europea.
Entre tanto, el Reino de España
se pronuncia al respecto por boca de su ministro de Industria, Energía y
Turismo. Hace tres días ha anunciado un Plan de impulso al uso de energías
alternativas en vehículos. Dicho Plan parece haber sido implementado a partir
de sesudos estudios iniciados en el mes de octubre de 2014. Ocho meses después,
el Plan sería de una gran globalidad, afectando a los propios vehículos y a las
infraestructuras.
Normalmente, los Planes son
papel mojado si no llegan acompañados del obligado presupuesto de financiación
o inversión. Pero nadie ha abierto la boca sobre el coste de implementar un
Plan que ni tan siquiera se declina por una energía alternativa concreta:
¿Coches eléctricos?... Ya están inventados y los únicos que sirven para algo
más que pasearse por la ciudad cuestan 35.000 euros. Además, de poco valen si
la electricidad consumida viene de una central que quema carbón.
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Un buen Plan de movilidad: El tranvía de Burdeos ha revolucionado la ciudad |
¿Coches a hidrógeno?... ya
están desarrollados y generar el hidrógeno emite tanto carbono como el que se
pretende ahorrar, costando cada coche una fortuna. ¿Coches híbridos?... Está ya
en los concesionarios y su única virtud es el ahorro fiscal (Impuesto Vehículos
de Tracción Mecánica) y la reducción en el coste de aparcamiento municipal.
¿Coches híbridos enchufables?... Interesantes, porque reúnen lo mejor del
eléctrico y sin sus limitaciones, pero también están inventados.
¿Coches a gas?... Puede ser.
De hecho, la asociación GASNAM (Gas Natural para la Movilidad), que agrupa a
empresas e instituciones que apuestan por un mayor uso del metano y otros gases
licuados en buques y vehículos terrestres, lleva un año trabajando en sus propuestas.
De momento, los países nórdicos llevan la delantera en el uso del GNL (Gas
Natural Licuado) en buques. La razón es la severa normativa sobre emisiones de
azufre y nitrógeno en el Mar Báltico (ECA – Área de Control de Emisiones).
Es muy cierto que el Reino de
España se encuentra en una privilegiada posición ante el uso del GNL, al contar
con la mayor red de estaciones de regasificación de Europa (Barcelona,
Cartagena, Huelva, Bilbao, Ferrol,.. próximamente
Gijón y Tenerife). Con un poco de suerte, nuestra nación podría dar ejemplo en
el uso de combustibles alternativos al petróleo, pero seguiríamos siendo peligrosamente
dependientes de los buques metaneros que llegan desde Australia, Qatar o Trinidad.
También puede tratar el Plan
de impulsar el uso de los GLP (Gases Licuados de Petróleo), también arropado desde
GASNAM. Regresaríamos a los taxis de 1970, con su bombona en el
maletero. No es una invención brillante, porque el uso de los GLP en la
automoción privada está ampliamente extendido por Italia, Francia o Reino
Unido. En Madrid, esta forma de combustible fue destruida por un alcalde llamado Gallardón, que no homologó taxis a gas y los expulsó del mercado.
hay que recordar que en el Reino Unido prosperan pequeñas empresas que toman un viejo cochecito, apto
para el desguace, y lo transforman en un rehabilitado y austero vehículo a gas
para circular por las ciudades contaminando un 90% menos. ¿Será éste el Plan?
Para eso hace falta volver a
montar la desmantelada red nacional de gasolineras que antes vendía gas de
automoción. A esta red se debía referir el Sr. Ministro al mencionar las
infraestructuras que acompañarían al Plan. Aunque tampoco estaría de más
proliferar los postes de recarga eléctrica por las aceras de ciudades
españolas, ahora inexistentes o meramente anecdóticos e instalados por viejos
políticos para la foto de su embustera modernidad.
Despierta cierta emoción estar
ante un eficiente Plan gasístico. Debería empezar con la completa adaptación al GNL o al GLP de toda la flota de taxis, furgonetas y
vehículos públicos, especialmente los movidos por Gasoil, que recorren las
calles de las ciudades más contaminadas. Siempre hay que comenzar por ahí, y así lo va a hacer París con su proyecto del erradicar el Diesel en la ciudad para 2020.
Para eso hace falta mucho dinero en
ayudas y subvenciones a los afectados. También rebajas fiscales para los
particulares que adapten su motor al gas, usando talleres homologados por
Industria (impuestos nuevos) y nuevas tasas al GLP vendido.
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Un buen Plan de movilidad. El tranvía de Berlín se adueña de las calles |
No obstante, teniendo en
cuenta los antecedentes energéticos del Sr. Ministro, su vergonzosa cruzada
contra el autoconsumo energético de fuentes renovables y su mostrado cariño
hacia las corporaciones eléctricas y petroleras, el Plan puede ser una huida
hacia delante y sin futuro. La respuesta eficaz no está en Planes sin
cuantificar, sino en la transformación de nuestras ciudades.
Las últimas ciudades que he
tenido la fortuna de visitar esta primavera, Berlín y Burdeos, me han mostrado
urbes libres de coches, fuertemente peatonalizadas y dotadas de transportes
públicos eficientes y baratos (metro en Berlín y tranvía en Burdeos). Ciudades
como Bruselas anunciaban, el viernes 26 de junio, la ampliación de sus zonas
peatonales, aumentando las actuales 28 hectáreas libres de coches con otras 22.
Las 50 hectáreas peatonales la convierten en la ciudad más peatonal de Europa.
El problema del transporte
urbano, la congestión que provoca, su dependencia del petróleo y sus emisiones
mortales no se resuelven con alternativas a la energía consumida por el coche,
sino con alternativas al propio coche y con otra forma de abordar la movilidad
en las ciudades españolas. Unas ciudades, como Barcelona y Madrid, pendientes
de encajar una sabrosa multa comunitaria por poner en peligro la vida de los
ciudadanos a causa de la mala calidad del aire y la inacción de los
responsables. Eso sí que es una herencia maldita para las nuevas corporaciones
municipales.