EL
PUNTAL DE LAREDO ARRASADO
Ciclogénesis explosiva
Hace tres días cerraba el último post de este blog con una promesa: que el lunes, 3 de febrero de 2014, comentaría las vicisitudes de la manifestación convocada por las autoridades políticas municipales en defensa del Puntal de Laredo. Anuncié que lo haría con dignidad y sin perder el sentido del humor, si las circunstancias lo permitían.
Hoy es lunes y escribo sin el menor rastro de humor. Sin mencionar a los fallecidos, son demasiados los daños públicos y privados, los negocios arruinados, son muchos los trabajadores enviados al
desempleo, interminables los destrozos que tendremos que pagar entre todos, en paseos
marítimos, escolleras, carreteras y muelles, con nuestros impuestos. No hay suficiente espacio en la
prensa regional española, británica y francesa para enumerar y calificar lo vivido. En
cuanto a la dignidad, cuando se acerca una ola atlántica de diez metros de
altura lo más digno que se puede hacer es dar media vuelta y salir corriendo.
Solo queda la reflexión y meditar, con pesadumbre, en qué
demonios pensaban los políticos y escasos manifestantes que se pasearon el domingo día 2 por
los arenales de El Puntal de Laredo, recibiendo los insultos de algún afectado.
El propio Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Ignacio Diego,
esgrimía el sábado 1 de febrero que en lugar de manifestarse había que sentar a los expertos para
analizar lo que estaba pasando.
Fue un comentario prudente, aunque mejor
habría sido que el Presidente se tomara la molestia de leer el demoledor Informe del IPCC
del 2013, en lugar de hacer perder el tiempo a expertos buscando
responsabilidades y razones meramente locales o regionales. Sobre todo teniendo
en cuenta que existe un Resumen del mencionado Informe, destinado a los más apresurados y a
los órganos de decisión más ceporros. Sugerir que hagan este esfuerzo determinados políticos
locales es ya mucho pedir
Al final de la tempestad llega la realidad: el Puntal de Laredo y su "valioso cordón dunar" convertidos en una escollera artificial organizada a toda prisa |
Solamente hay un aspecto positivo, uno solo, como resultado del fin de semana. Es posible que lo sucedido aconseje a nuestros políticos tomarse en serio la Catástrofe
Climática que llega a pasos agigantados. Puede ser que nuestras administraciones se dejen concesiones, de "amnistías" e "idultos" a construcciones y chiringuitos levantados al borde del agua. Ya no es una amenaza sugerida en
estudios modelizados, en informes científicos y en gráficos complejos que mencionan
el año 2030 ó el 2050 como fechas fatídicas. Los climatólogos más pesimistas avisan desde hace tiempo que las
cosas van más rápido de lo previsto.
Hace apenas tres días se desataba una nueva
polémica alimentada por los clima-escépticos de siempre. Argumentaban que el
Cambio Climático se estaba ralentizando y el calentamiento del océano estaba
detenido. Pronto fueron respondidos por el 97% de la comunidad científica:
efectivamente, había una desaceleración en la subida de las temperaturas del mar
a nivel de la superficie. Pero los datos que enviaban los satélites mostraban
que la energía seguía llegando al océano ¿Dónde estaba? La respuesta era que los océanos
estaban acumulando el calor en las aguas profundas y se cargaban de energías. Son las energías que luego se liberan en forma de huracanes y ciclogénesis
explosivas, como la que seguimos viviendo.
Naciones Unidas y la AIE (Agencia Internacional de la Energía) nos informaban el pasado mes de enero que las emisiones de CO2 habían aumentado a lo largo de 2013 en todo el mundo y que no se esperaban reducciones en un futuro cercano. Peor aún, la explotación del petróleo de pizarra y el gas de fracking no haría sino empeorar las cosas. Esos son los estudios que deben leer los políticos que torpedean la energía solar en España. Con el cambio climático pasa como con los proyectos absurdos e ilegales de tanto alcalde inepto y tanto promotor cleptómano: no escuchan a quienes denuncian sus ilegalidades, desprecian a quienes acaban llevando sus tropelías ante los tribunales y terminan por conseguir sentencias de demolición para sus urbanizaciones, carreteras, chalets y depuradoras.
San Sebastián |
Naciones Unidas y la AIE (Agencia Internacional de la Energía) nos informaban el pasado mes de enero que las emisiones de CO2 habían aumentado a lo largo de 2013 en todo el mundo y que no se esperaban reducciones en un futuro cercano. Peor aún, la explotación del petróleo de pizarra y el gas de fracking no haría sino empeorar las cosas. Esos son los estudios que deben leer los políticos que torpedean la energía solar en España. Con el cambio climático pasa como con los proyectos absurdos e ilegales de tanto alcalde inepto y tanto promotor cleptómano: no escuchan a quienes denuncian sus ilegalidades, desprecian a quienes acaban llevando sus tropelías ante los tribunales y terminan por conseguir sentencias de demolición para sus urbanizaciones, carreteras, chalets y depuradoras.
¿Soluciones? Ninguna. El CO2 acumulado en nuestra atmósfera no será asimilado en siglos y sigue aumentando. Solo queda retroceder. Replegarse con dignidad y guardar
cuidadosamente todo el dinero que los más idiotas del circo piensan gastarse
en nuevas y absurdas escolleras e inútiles defensas contra el monstruo. En su lugar, debería destinarse a quienes tengan que empezar de nuevo su vida lejos de las orillas.
Hay que guardar mucho dinero público, porque decenas de miles tendrán que abandonar las costas y los valles inundables.
Hay que guardar mucho dinero público, porque decenas de miles tendrán que abandonar las costas y los valles inundables.
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