SOMOS LO QUE COMEMOS
Otra vez el Bisfenol A
Según la Universidad de Virginia, origen de las recientes pruebas, las perturbaciones fisiológicas que el Bisfenol A (BPA) provoca en las crías de
rata cuando todavía están en el útero de sus madres, concretadas en mayor incidencia de
cáncer y menor fertilidad en su posterior vida, se complementan con
alteraciones del comportamiento social. Y esas alteraciones, centradas en las
hormonas oxitocina y vasopresina, se transmiten a los hijos y nietos de las
ratas afectadas, hasta la cuarta generación.
Esto quiere decir que, aunque la
humanidad dejara de estar expuesta al BPA contenido en los Policarbonatos
(plásticos rígidos y transparentes) y en los recubrimientos internos de las
latas de conservas (alimentos sólidos y bebidas), los posibles efectos de la
substancia no cesarían de forma automática, sino que llegarían hasta nuestros
tataranietos.
Recipientes para microondas, hechos con policarbonato |
Por vislumbrar alguna reacción ante
la nueva noticia que circula sobre el asunto, visito la web de una potente asociación de fabricantes de BPA, llamada Plastics Europe. Está integrada,
entre otras grandes empresas químicas del plástico, por Bayer, DOW Chemical y
su filial Styron, SABIC (Arabia Saudita) o Momentive. La página dedicada a su
producto, el BPA, se centra en comentar los “mitos y verdades” de la molécula
en cuestión.
En realidad, hay poco comentario
sobre verdades y mucho sobre mitos. Aunque leer el contenido completo de la página es
interesante, para formarse una opinión, adelanto que las empresas centran sus
críticas sobre lo exageradas que son las autoridades que prohiben o lanzan
sospechas sobre el BPA. Las consideran alarmistas, ya que el BPA no se acumula
en el organismo (al parecer) y nada está decidido por las grandes agencias
internacionales de seguridad sanitaria y alimentaria.
Símbolo del Policarbonato. Debería figurar en la base de los recipientes fabricados con él |
Lo que dice mucho a favor de
Plastics Europe es que publica la lista de autoridades que han sospechado de la
inocuidad del BPA (los exagerados). Así, nos informa que la Unión Europea ha
prohibido la venta, fabricación e importación de biberones de policarbonato
desde junio de 2011. Que en febrero de 2010 Dinamarca prohibió los plásticos
con BPA en envases de comida para niños. Que en junio de 2010 Francia prohibió
los biberones de policarbonato, adelantándose a la UE. Que Austria prohibe,
desde febrero de 2011, la venta de chupetes y mordedores para bebés hechos con
plásticos que tienen BPA.
Esperaremos a la próxima entrega
de este culebrón. Entre tanto, ya saben: mantengan a los bebés lejos del
policarbonato, y que las mamás embarazadas mantengan las distancias con los
plásticos calientes y con las latas de conserva forradas interiormente de resinas epoxi (*)
(*) La conocida industria
alimentaria Campbell, anunció hace tres meses que dejaba de recubrir el
interior de sus latas de sopa con las resinas epoxi. Lo hacía por principio de
precaución y respeto al consumidor, además de “estar en la onda” y ganar en
publicidad verde.
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