LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

viernes, 4 de mayo de 2012


BASURAS Y RESIDUOS
Un pasito para atrás


Empezamos con unas definiciones
En 1994, la Unión Europea adoptó la Directiva 94/62/CE sobre envases y residuos de envases. Según la Directiva, los estados miembros podían escoger la forma de tratar sus envases usados de dos maneras: la primera, con el clásico sistema de devolver el “casco”. El envase pertenece al consumidor, que ha pagado una pequeña cantidad por él. Una cantidad que recupera al devolverlo vacío. La fórmula se llama SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno). El reciclaje se estimula a través de la economía, ya que nadie suele tirar a la basura algo que vale dinero. Aunque hay gente para todo.

La otra forma se llama Sistema Integrado de Gestión (SIG). Fue la elegida por España, imitando a los franceses por razones que luego comprenderán. Con el SIG, el envase es propiedad de quien lo coloca en el mercado y luego debe hacerse cargo de él. Se trata del sistema de envase “Un solo uso” y debe también ser reciclado. En esta ocasión, no se emplea la economía como reclamo para retirar los envases vacíos y reciclarlos, sino la conciencia cívica y el esfuerzo ciudadano en separar y depositar cada envase en contenedores situados en la vía pública (Técnicamente llamadas Áreas de aportación).   

Aunque estemos acostumbrados a ellos, los contenedores
son una lacra de nuestra ciudades. Si resulta que algunos son de propiedad
privada (3 de los 4 de la foto) y no pagan un duro por ocupar el espacio público, resultan un sarcasmo. 

Seguimos con el paisaje urbano 
La elección del SIG tiene un claro impacto visual en las calles. Según este sistema, los municipios (mancomunidades o regiones) son los encargados de organizar la recogida. Las empresas “propietarias” del envase, están agrupadas en asociaciones privadas que, en España, son ECOEMBES y ECOVIDRIO, con sus contenedores amarillos e “igloos”, respectivamente.

Los cientos de miles de contenedores para envases (y para papel) son almacenes privados que afean y degradan espacios públicos. Casi siempre ocupan plazas de aparcamiento que, en las ciudades, generan ingresos al ayuntamiento. Sin embargo, los contenedores no pagan. Según cálculos del Área metropolitana de Barcelona (*) del año 2003, los ayuntamientos de Cataluña dejaron de ingresar entre 60 y 240 millones de euros/año por las plazas de aparcamiento ocupadas por los contenedores privados.

Una señora alemana entrega su botella a una máquina que le devolverá
los céntimos que pagó por ella en el momento de la compra. El SDDR funciona
como una Fianza o Aval. Muchos necesitados en Alemania, incluida gente joven,
recoge envases abandonados para llevarlos a las máquinas y hacerse con unos euros

Continuamos con la eficacia
En las naciones, regiones o ciudades donde está implantado el SDDR, la recuperación de envases supera el 98%. El éxito es total, los vertederos están aliviados y las incineradoras de basura no queman plásticos que envían dioxinas a la atmósfera. Esto sucede en Alemania, Noruega, Finlandia, Dinamarca y en ciudades europeas avanzadas, además de zonas de Estados Unidos. La posibilidad de llegar al 100% solamente se logra con el SDDR que, además, crea empleos netos.

El 80% de los residuos de envases proceden del agua mineral y los refrescos

Con el SIG, y después de 18 años de aplicación, España únicamente recicla el 35% de sus envases (Datos de 2011). Cada día, en España van al vertedero, se incineran o se abandonan 28 millones de envases. Nuestro país está cumpliendo, en el límite y raspando, los objetivos de reciclaje de la Directiva. Unos objetivos que se endurecen con la inminente reforma que obligará a incrementar los porcentajes de reciclaje. ¿Nos preocupa? No hay problema, porque la nueva Directiva Marco de Residuos viene con los mecanismos necesarios para hacer trampas y se lía a mezclar latas con tapones, frascos y botellas. 

Vamos terminando 
¿Por qué España no emplea el SDDR, habiendo demostrado su eficacia?. Por culpa de nuestra estructura de distribución de alimentos y productos envasados. El modelo francés de las Grandes y Medianas Superficies (Carrefour, Eroski, Hipercor, Alcampo, etc,…) impera en España. Este modelo de distribución sigue la técnica “just in time”, con las estanterías de los supermercados usadas como almacenes. El SDDR no conviene a su logística y les obligaría a destinar espacios especiales y atendidos por máquinas automáticas o empleados. Unidos a los fabricantes de envases y sus asociaciones de reciclaje, a industrias envasadoras, a fabricantes de plásticos (¡Ay!, ¡las petroleras!) y a empresas de distribución, todos forman un lobby de inconmensurable poder.

Máquinas automáticas del SDDR en Londres

Concluimos
Hace unos días, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha derogado el artículo 21-2 de la Ley de residuos y suelos contaminados (Ley 22/2011), cerrando el paso a cualquier veleidad de implantar el SDDR. Este era el artículo anulado. Sugiero que lo lean con atención porque no tiene desperdicio:

“Para fomentar la prevención y promover la reutilización y reciclado de alta calidad, se podrán adoptar medidas destinadas a facilitar el establecimiento de sistemas de depósito, devolución y retorno, en los términos previstos en el artículo 31-3, para:
a)     Envases industriales
b)     Envases colectivos y de transporte
c)      Envases y residuos de envase de vidrio, plástico y metal
d)     Otros productos reutilizables.
 (Perdón. El coloreado en azul es mío y no del BOE).


Como pueden comprobar, el SDDR era considerado como la "alta calidad" de la prevención, la reutilización y el reciclado.

Hoy, 4 de mayo de 2012,  la Unión Europea ha abierto procedimiento a España (y a otros países) por las dudas que suscitan sus cifras de reciclaje de envases de vidrio. Pide cuentas más detalladas, para ver si cumple con la Directiva de envases y residuos de envases.

(*) Agencia de Ecología Urbana de Barcelona 

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